tribunales

El asesino de Palomino se muestra arrepentido en la última sesión del juicio: «No quería quitar la vida a nadie»

El fiscal pide 30 años de prisión mientras que el abogado de la defensa insiste en que fue en defensa propia, se vio "acorralado" y "tuvo miedo"

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El soldado profesional Josué Estébanez, acusado de asesinar de una puñalada en 2007 al joven antifascista Carlos Palomino, ha declarado que "se arrepiente" de lo sucedido ya que "no quería quitar la vida a nadie", pero que le "entró mucho miedo" y "no supo reaccionar". "Lo siento mucho, yo no quería hacer nada de eso, no sabía que iba a llegar a tanto", se ha manifestado Estébanez en el turno de última palabra con el que ha finalizado el juicio en la Audiencia Provincial de Madrid.

La Fiscalía solicita para el acusado 30 años de prisión por los delitos de asesinato y de intento de homicidio, mientras que la familia de Palomino y la acusación popular piden 37 años de cárcel al considerar que se dan también los delitos de amenazas y de tenencia ilícita de armas.

La defensa de Estébanez, por su parte, pide su libre absolución al considerar que el apuñalamiento de Palomino por parte del acusado que puede verse en la grabación de seguridad del metro que se ha exhibido en el juicio constituye un homicidio imprudente con las eximentes de legítima defensa y miedo insuperable. Los jóvenes antifascistas entraron en el vagón en que se encontraba, se vio "acorralado" y "tuvo miedo". Así, ha rebatido la petición de la fiscal de que el crimen se considere motivado por una "discriminación ideológica", ya que ha mantenido que el acusado no milita en ningún partido ni organización política de extrema derecha sino que tiene una "personalidad ideológica neutra".

Polémica intervención del abogado

El abogado, que ha calificado de "banda criminal" al grupo antifascista al que pertenecía Palomino y ha afirmado que estos colectivos "no tienen ideología, al igual que no la tienen los nazis", ha insistido en que Estébanez "no agredió a personas que estuvieran manifestando sus ideas, dando un mitin o realizando una asamblea", por lo que a su entender no tiene cabida esta agravante.

En la misma línea, ha puesto en duda la fiabilidad de los testigos protegidos que han declarado en el juicio al considerar que tienen una "afinidad tribal" con el fallecido. El abogado, que ha mantenido que su cliente "no tenía ánimo de matar", ha afirmado también que el puñal empleado, que según él era una pequeña navaja de las que se emplean en el ejército para comer durante las maniobras, "está en el 'mínimo minimorum' de las armas, por debajo hay quizá un cortauñas".

Por su parte, las acusaciones se han adherido en general a lo expuesto ayer por la fiscal y han insistido en la pertinencia de aplicar la agravante de "odio ideológico" al considerar probado que Estébanez simpatizaba con las ideas de extrema derecha y que cometió el crimen porque su víctima profesaba las contrarias.