«¡Estoy que exploto!»

Heidi Klum lució palmito en la última gala de los prestigiosos premios Emmy y, como es habitual cada vez que se deja ver, volvió a acapar todas las miradas. Bueno, ella no. Para ser exactos está vez todo el protagonismo se lo llevó su tripa. No en vano, la modelo está a punto de dar a luz su cuarto hijo que, a primera vista, viene grande. Pese a las circunstancias, la alemana no dudó en embutirse en un ceñidísimo vestido negro que, lo que son las cosas, hasta le quedaba bien.

Pero es que la Klum tiene muy asumido lo que le ocurre al cuerpo humano cada vez que pasa por una experiencia como la del embarazo. «El último mes es impresionante como crece la panza. ¡Está enorme! Y las piernas, todo está por explotar al final» explica la top. Claro que ella puede estar tranquila porque, bien puede jurarlo, una vez pasado el trance todo vuelve a la normalidad. «Es un milagro», dice. «Creo que nadie vuelve a tener el cuerpo que tenía antes de quedar embarazada, pero al menos queda muy similar. Estoy contenta con eso, especialmente después de ver a tu hijo por primera vez», sentencia. ¡Así cualquiera!