Cae una banda que se dedicaba a asaltar viviendas de lujo en Cádiz y Málaga

La Guardia Civil ha desarticulado un grupo organizado al que se le imputan unos 20 asaltos perpetrados por la noche en viviendas de lujo habitadas, sobre todo de Cádiz y Málaga, y ha detenido a ocho presuntos miembros de esta banda, tres albaneses que supuestamente perpetraban los robos; dos rumanas que colaboraban de forma indirecta en la infraestructura de la red y tres españoles, una de ellas mujer.

Los cinco hombres detenidos ingresaron en prisión, mientras que las tres mujeres fueron puestas en libertad con cargos. A la organización se le considera presuntamente responsable de 12 asaltos en viviendas de Málaga, siete de Cádiz y una de Córdoba, mientras sus moradores dormían; aunque se le imputan en total 40 delitos.

Las investigaciones se iniciaron en mayo de este año cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento, gracias a la colaboración ciudadana, de que un grupo de albaneses sin actividad laboral alguna, habían fijado su residencia en una lujosa urbanización de la localidad malagueña de Mijas-costa y podrían estar llevando a cabo actividades ilegales. Los tres albaneses eran los que realizaban recorridos por todo el litoral andaluz buscando las viviendas, en las que mantenían vigilancia y neutralizaban los sistemas de alarma.

Indicó que usaban pasamontañas e iban provistos con armas de fuego, aunque señaló que sólo en una ocasión, en una vivienda de San Roque, se produjo un tiroteo con los habitantes de la vivienda. Se llevaban las cajas fuertes y las abrían en las inmediaciones del lugar.

REGISTROS

En la operación se practicaron cinco registros domiciliarios, dos de ellos en Vélez-Málaga y uno en Marbella, en Benahavís y en Mijas, en los que los agentes se incautaron de joyas y relojes de conocidas marcas, algunos valorados en más de 15.000 euros; y de material electrónico, como ordenadores, cámaras de video o fotografía y teléfonos móviles.

Asimismo, se intervinieron 11 vehículos, algunos fruto de los robos; así como documentación falsificada, dos revólveres, bolsos, monedero y ropas de prestigiosas marcas, herramientas, transmisiones y ropa oscura, objetos utilizados para la comisión de los asaltos, y dinero en efectivo.

Las mujeres eran las encargadas de enviar los efectos a sus lugares de origen, Rumanía o Albania; mientras que los coches de los que se apoderaban en las viviendas eran vendidos a los españoles detenidos, quienes supuestamente los utilizaban para el narcotráfico entre Marruecos y España, según indicó el brigada. De hecho, en uno de los domicilios de Marbella se intervinieron 125 kilogramos de hachís.