Manuel Zelaya, en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa. / AP
golpe de estado

Brasil y España exigen a Micheletti respeto a Zelaya y a embajada brasileña

La Policía ha disperado a los seguidores del presidente depuesto que se agolpaban en la legación

TEGUCIGALPA Actualizado: Guardar
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El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y el jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, han hecho un firme llamamiento al gobierno de facto de Honduras para que respete la integridad de la embajada brasileña en Tegucigalpa y del derrocado presidente hondureño, Manuel Zelaya, refugiado en ella. Lula y Zapatero se han reunido en Nueva York, donde ambos asisten a la cumbre sobre cambio climático, organizada por Naciones Unidas, y mostraron su "preocupación" por la "frágil" situación que atraviesa Honduras, según ha explicado a los medios de comunicación el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.

España está manteniendo contactos informales con las autoridades de facto hondureñas y con personalidades de la vida política y social del país para garantizar que no se viole la integridad de la misión diplomática brasileña, apuntó Moratinos, quien habló telefónicamente con Zelaya. Tanto Brasil como España están preocupados con la posibilidad de que la situación "se desborde" y corran riesgo tanto Zelaya como el personal que permanece dentro de la Embajada, que se encuentran prácticamente sin alimentos y sin agua, según el jefe de la diplomacia española.

Moratinos ha recalcado que la UE también se une al llamamiento a las autoridades de facto hondureñas para que se respete la misión diplomática brasileña y subrayó la necesidad de que se mantenga la unidad de la comunidad internacional para alcanzar una salida pacífica a la situación, evitando soluciones violentas. Explica que el Gobierno español está hablando con todas las partes implicadas en la crisis y garantizó su respaldo a las gestiones de la Organización de Estados Americanos (OEA) y del presidente costarricense, Oscar Arias, designado mediador en esta crisis.

Moratinos, quien se reunió en la sede de Naciones Unidas con la canciller del Gobierno de Zelaya, Patricia Rodas, considera que la actual situación, desde el punto de vista político, abre la posibilidad de que comience un diálogo para conseguir aplicar los acuerdos de San José o propuesta de Arias, para restablecer el marco legal y constitucional y celebrar elecciones. Pero, añade, "no se puede negar la incertidumbre de la frágil y volátil situación" que se vive en estos momentos en Honduras. España está a la espera de los pasos que de el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, que ha tenido que aplazar hoy su viaje a Honduras por el cierre de los aeropuertos decretado por el gobierno hondureño de facto.

Incidentes de madrugada y la UE pide calma

En los disturbios de esta madrugada una patrulla de la policía fue quemada, mientras que varios vehículos sufrieron daños en sus cristales y neumáticos. Desde la calle se puede ver a varios seguidores de Zelaya en la terraza de la embajada de Brasil en la capital hondureña, que vive un ambiente tenso desde que el lunes llegó por sorpresa el derrocado presidente.

La Unión Europea ha vuelto a reclamar una "solución negociada" a la "actual crisis". "La UE pide a todos los afectados que se abstengan de cualquier actuación que pueda incrementar la tensión y la violencia", ha señalado la presidencia sueca en una breve declaración difundida en nombre de los Veintisiete.

La presidencia sueca expresó además su "firme apoyo" a los esfuerzos realizados por la Organización de Estados Americanos y, en particular, por su secretario general, José Miguel Insulza, para "facilitar el diálogo y la restauración del orden constitucional en Honduras ".

Zelaya se niega a irse

Según Micheletti, "al decidir regresar a Honduras el señor Zelaya acepta su deber de presentarse ante las autoridades para enfrentar los cargos en su contra por repetidas violaciones a las leyes de Honduras", por las cuales pesan sobre él órdenes de captura, por delitos políticos y comunes. "Mi Gobierno ha respetado el estatuto internacional de la representación brasileña en Honduras, esto pese a que Brasil no nos ha extendido la cortesía de reconocer el Gobierno constitucional de Honduras", añade.

Sin embargo, el derrocado presidente, se muestra convencido de haber vuelto para no irse del país. "Nadie me va a sacar de mi país" y asegura que la consigna tras su regreso seguirá siendo "patria, restitución o muerte". Zelaya ha anunciado que va a quedarse en esa embajada y que está "comprometido con el pueblo hondureño", al que agradeció porque, según él, está llegando desde diferentes regiones del país para apoyarlo.

"Quiero decirles que estoy comprometido con el pueblo hondureño y que no voy a descansar ni un día, ni un minuto, hasta bajar a la dictadura del poder que no les corresponde", recalcó mientras sus seguidores, algunos subidos en los muros de la embajada de Brasil y de otros edificios y casas vecinos, coreaban consignas a su favor. "Somos un pueblo unido y un pueblo vencedor", expresó Zelaya.