Fernando Trueba: «No veo el cine español de ninguna manera, yo veo películas»
El director de cine estrena fuera del certamen su película 'El baile de la victoria'
Actualizado: Guardar"Tengo amigos de todas las nacionalidades y no les miro el pasaporte, pues a las películas tampoco. Para mí, los conceptos nacionales no funcionan", afirma Fernando Trueba, a quien no le ha gustado que sacaran fuera de contexto lo que declaró recientemente de nuestra cinematografía.
Harto de que le pregunten por el titular que publicó un periódico -'El cine español es un montón de mierda del que surgen cosas hermosas'-, el cineasta aclara que lo que él dijo es que nuestro cine, como el que se hace en todo el mundo, es "mayoritariamente malo y, excepcionalmente, bueno. Al cine siempre se le exige que sea bueno, no veo esa misma exigencia para las novelas, los periódicos o los políticos. Además, siempre he defendido el derecho a que salgan películas malas para que exista una buena", explica.
Hecha la aclaración, Trueba habla de su reencuentro con la ficción, El baile de la Victoria, la adaptación de la novela del chileno Antonio Skarmeta que este sábado presentó, fuera de concurso, en el Festival de San Sebastián. Siete años llevaba el director y guionista sin tocar la ficción, desde que firmó El embrujo de Shangai. "Pero eso no significa que haya estado parado.
He trabajado como una bestia en tres guiones -la animada Chico y Rita, un thriller que le encargó Penélope Cruz y El artista y la modelo, historia que escribió con el guionista de Buñuel, Jean Claude Carriere y que empezó a crear con el desaparecido Azcona-. La propuesta de El baile de la Victoria fue la última y resulta que es la primera que he hecho", advierte.
Al mayor de los Trueba le gusta que definan su nueva película como clásica. "Será que me estoy haciendo mayor. Si tiene muchos elementos del cine que he amado, pero también quiero al que se hace ahora. Es como un choque entre los clásico y lo moderno, entre el mundo del personaje que hace Ricardo Darín y el que representa el joven actor Abel Ayala. Lo que más me gustó del proyecto es que coexisten muchos mundos distintos", dice.
Ambición cinematográfica
Junto a su hijo Jonás y el padre literario de la criatura escribió el libreto de esta ambiciosa producción que ya estaba rodando cuando todavía no había acabado la novela. "A veces tienes ese chispazo en la cabeza. Con esta historia tengo la sensación de que, además de una película, he hecho cine", apunta.
"Unos quieren salir en las fotos, otros ganar de dinero y lo que yo persigo es tocar a la gente, que ame a sus personaje y que sueñen con lo que hemos contado", explica Trueba, que no tenía cuerpo para competir por la Concha de Oro. Otra cosa es que su cinta haya sido preseleccionada para los Oscar, carrera "en la que todos somos elegibles. Aquí no te presentas, te presentan", puntualiza.
La razón
Hasta el próximo 4 de diciembre no sabrá el veredicto del público, "que no siempre tiene la razón. Ni se la quito ni se la doy, pero creo que todos los filmes deberían tener igualdad de condiciones en su lanzamiento y exposicion para que el espectador sepa que están en los cines. Hay muchas filmes que pasan sin pena ni gloria porque el espectador no sabe que existen", declara.
Trueba está especialmente emocionado con sus actores, sobre todo con el argentino Abel Ayala, un desconocido en España "que ya hace seis años llamó la atención de Fernando Fernán-Gómez en el filme El polaquito", desvela. ¿Y Darín? "Tenía tantas ganas de trabajar con él...El rodaje ha sido una risa continúa", asegura el cineasta, que en esta ocasión no ha tenido ningún problema con el autor de la novela. "El cine está hecho de adaptaciones de novelas, cuentos...Antonio Skarmeta ha sido guionista y es cinéfilo. No es ajeno a este mundo y sabe que lo que hace un director es reiventar la obra escrita