Obama renuncia al escudo antimisiles
Se compromete a impulsar "un nuevo sistema" de defensa para contrarrestar las amenazas de posibles ataques de Irán
WASHINGTONActualizado:El presidente de EEUU, Barack Obama, ha anunciado su decisión de abandonar el plan de construcción de un escudo antimisiles en Europa tal y como está, y en su lugar introducir un "nuevo enfoque" en el sistema, que, según ha dicho, tendrá "cambios radicales". El presidente ha realizado este anuncio en una breve comparecencia desde la Casa Blanca, después de hablar ayer con el presidente de la República checa, Jan Fischer, quien esta misma mañana adelantó a la prensa los planes estadounidenses.
En una declaración ante los medios de apenas tres minutos en la Casa Blanca, y tras la que no ha admitido preguntas, Obama ha afirmado que "la mejor manera de mejorar la seguridad es desplegar un sistema que ataje las preocupaciones, sea efectivo, cuente con tecnologías demostradas y de coste sensato". "Nuestra nueva arquitectura de defensa antimisiles en Europa aportará defensas más fuertes, más inteligentes y más rápidas a las fuerzas estadounidenses y sus aliados" de la OTAN, ha sostenido.
Así, Obama ha anunciado un nuevo plan para atajar las posibles amenazas de misiles balísticos que tendrá sus interceptores en tierra y mar, "con tecnologías de efectividad demostrada y que podrá estar en marcha antes que el proyecto anterior".
Tras defender el despliegue de "un sistema de defensa antimisil que responda mejor a las amenazas a las que nos enfrentamos y que utilice tecnología cuya eficacia se comprueba y sea eficaz desde el punto de vista del coste", Obama aseguró que la decisión responde al "compromiso" de Washington de "proteger el territorio estadounidense contra misiles balísticos de largo alcance de Irán".
Enfriamiento de las relaciones con Moscú
El presidente estadounidense ha asegurado que buscará la cooperación de Rusia en el despliegue del nuevo sistema. El escudoantimisiles en Europa había sido concebido por la anterior Administración del presidente George W. Bush para hacer frente a posibles ataques iraníes pero había recibido enérgicas protestas de Rusia, que lo veía como una amenaza contra su territorio.
La existencia de este proyecto había enfriado sustancialmente las relaciones entre Washington y Moscú, un malestar que amenazaba con extenderse a la cooperación contra el programa nuclear iraní, entre otros asuntos.
El proyecto concebido por la Administración Bush tenía previsto el despliegue de un sistema de radares en la República Checa y una decena de interceptores en Polonia, para lo que ya se habían firmado los correspondientes acuerdos bilaterales.
Desde la llegada de Obama al poder, la nueva Administración demócrata había dejado clara una actitud más escéptica acerca de la eficacia del proyecto. El anuncio del presidente estadounidense se produce después de que se completara una evaluación, solicitada en julio pasado al Pentágono, sobre la idoneidad del escudo. Obama ha indicado que la recomendación "por unanimidad" había sido introducir "cambios drásticos".