Nueva excusa para el enfrentamiento político

Mientras 120 familias jerezanas se revuelven en la incertidumbre de no saber qué pasará con su futuro, los partidos políticos aprovechan una vez más un problema social de calado para tirarse los trastos a la cabeza. Si el secretario regional del Partido Popular, Antonio Sanz, acompañado del presidente provincial, José Loaiza, se desplazó ayer a Jerez para culpar a la alcaldesa del cierre de la fábrica de botellas, ayer el PSOE local no tardó en salir al auxilio de la edil respondiendo a las declaraciones de la oposición.

A través de un comunicado, los socialistas expresaron su «más enérgica repulsa» hacia lo manifestado por ambos, a los que acusaron de «oportunismo, demagogia y un total desconocimiento del proceso». Desde el partido gobernante recordaron que uno de los principales sustentos de la lucha por evitar el cierre radica precisamente en la unidad, como han pedido a toda la sociedad jerezana en reiteradas ocasiones los trabajadores afectados.

Una unidad que, a juicio de los socialistas, se ha visto fragmentada por el PP, que calificó lo ocurrido de «venganza política», consecuencia de las malas relaciones de la alcaldesa con el núcleo duro de su partido. En el comunicado, se recuerda que el presidente de la Diputación provincial ha expresado todo su apoyo a la primera regidora, con lo que «no hay lugar a dudas del respaldo del PSOE», sentenciando que «respetaremos de forma escrupulosa este llamamiento a la unidad de acción».