Rodríguez Zapatero pronuncia, ayer, la conferencia 'El Estado Moderno y la Seguridad Global' en la ciudad rusa de Yaroslavl. / EFE
ESPAÑA

El Gobierno ignora el referéndum de Arenys de Munt para frenar su efecto soberanista

Rajoy pide a Zapatero que «no mire a otro lado» mientras grupos independentistas catalanes perfilan una 'macroconsulta' en 60 pueblos

COLPISA. MADRID / BARCELONA Actualizado: Guardar
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El Gobierno minimizó el referéndum independentista celebrado el domingo en la localidad barcelonesa de Arenys de Munt. Para La Moncloa, la consulta no tiene efectos jurídicos y, por tanto, es como si no se hubiera celebrado. Mariano Rajoy, en cambio, consideró preocupante su celebración y exigió a José Luis Rodríguez Zapatero que no guarde silencio ni «mire hacia otro lado» como si nada hubiera ocurrido. En Cataluña, entretanto, diversos grupos soberanistas, espoleados por el éxito de Arenys de Munt, pretenden celebrar otro referendo simultáneo en 60 municipios el 6 de diciembre.

La vicepresidenta y portavoz del Gobierno marcó la línea de respuesta a seguir y reclamó «no alimentar polémicas artificiales» con la consulta soberanista. María Teresa Fernández de la Vega afirmó desde Estraburgo que la votación tiene «valor jurídico cero; vinculación legal cero; consecuencias legales cero» y, por tanto, no hay nada más que hablar. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se ciñó al guión y evitó comentar la consulta porque no tuvo «carácter oficial». Tampoco el titular de Justicia, Francisco Caamaño, entró en apreciaciones de lo que no fue más que «una manifestación hecha por algunas personas al margen de la legalidad». En consecuencia, «no merece ninguna valoración».

Los ministros de Fomento y Defensa, en cambio, sí que opinaron. José Blanco dijo que fue «un despropósito» al margen de la ley, detalle que hace muy llamativo y «chocante» que CiU lo apoyase. Carme Chacón también incidió en la postura de la federación catalanista porque es «un contrasentido» que en Madrid ande «beso por aquí, beso por allí» con el PP, mientras que en Cataluña se alinea «un día sí y otro también» con «el independentismo».

Si el Gobierno optó por quitar trascendencia a la consulta, el PP no lo hizo, es más, vio muy preocupante el paso dado en Arenys de Munt. Mariano Rajoy señaló ante la Junta Directiva Nacional de su partido que «es impresionante» que ante un desafío semejante el presidente del Gobierno «calle y mire hacia otro lado». Zapatero, exigió, tiene que «hablar de este asunto y no echar balones fuera».

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, a diferencia de su líder, quitó relevancia a la consulta porque su resultado no va a ir a ningún sitio, pues «la soberanía reside en el pueblo español en su conjunto» y no se puede trocear. En cambio, Manuel Fraga tachó de «absolutamente lamentable» el referendo independentista.

Contagio

Entretanto, en Cataluña, la consulta amenaza con extenderse como un reguero de pólvora y contagiarse a otras localidades. Un día después de la aplastante victoria del sí en la consulta sobre la independencia de Cataluña (hubo 2.658 votos a favor y 61 en contra), hasta 60 municipios mostraron su interés por seguir los pasos de la ya conocida como capital catalana del independentismo. Entidades soberanistas buscan fecha para realizar un 'macroreferéndum' simultáneo y el 6 de diciembre, día de la Constitución, se perfila como la más probable.

Los promotores de la consulta señalaron ayer que la respuesta ciudadana -hubo una participación del 41% del censo- superó sus expectativas y que lo del domingo fue «un primer paso de un movimiento nacional hacia la independencia». «El objetivo de las consultas populares es presionar a los partidos para que vean que hay una realidad y que hay que darle salida, porque actualmente ningún partido está dando salidas adecuadas», afirmó el portavoz de la entidad organizadora del referéndum (Moviment Arenyenc per l'Autodeterminació), Josep Manel Ximenis.

El alcalde de Arenys de Munt, Carles Móra, reclamó, por su parte, que las consultas soberanistas sean vinculantes. Después de que el 96% de la población de esta comarca del Maresme votase sí a la independencia, Mora pidió a los «políticos que tengan más en cuenta al pueblo». «Nuestros parlamentarios deben recoger esta manifestación del pueblo para comenzar a situarla en otro marco legal», afirmó el alcalde.

Mientras, los partidos catalanes analizaron ayer los resultados de la votación con diferentes ópticas y, sobre todo, recapacitaron sobre el efecto dominó que ya se está produciendo en otras localidades y que amenaza con extenderse. Esquerra Republicana dará apoyo a nuevos referendos; CiU señaló que los respetará, pero no los promoverá; en tanto que el PSC e Iniciativa per Catalunya aseguraron que, en su opinión, la vía a seguir es la que marca el 'Estatut'. Por su parte, el PP dejó clara su oposición frontal a estas consultas.