El argentino Lionel Messi no salió de inicio en el Coliseum, pero mostró su calidad con el paso de los minutos. / EFE
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Leo Messi e Iniesta sacan la magia y lideran la victoria del Barça en Getafe

El conjunto azulgrana venció cuando Pep Guardiola recurrió a sus dos genios, que ayer fueron suplentes

COLPISA. GETAFE (MADRID) Actualizado: Guardar
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Pep Guardiola confirmó de entrada que aquello de pensar sólo en el partido inmediato es a veces una frase de cara a la galería. La suplencia de piezas clave como Messi, Alves y Henry no sólo fue una medida de precaución antilesiones, también fue la demostración de que el cuerpo técnico azulgrana ya pensaba en el Inter, rival el miércoles en el arranque de la Champions. Por eso tampoco fue forzado de inicio Iniesta, que, 107 días más tarde, regresaba a una convocatoria.

Aunque el Barça funciona como una máquina juegue quien juegue, no es lo mismo un equipo con los cuatro citados que sin ellos. Pedro y Jeffren tienen desparpajo, velocidad y calidad, pero les falta experiencia para acabar las jugadas que empieza. Aún así, sus intervenciones por las bandas, sobre todo las de Jeffren, fue de los mejor del conjunto azulgrana en la primera parte. Guardiola, además, hizo debutar a Chygrynskiy en el centro de la zaga, aunque el ucraniano sólo había entrenado dos días con la plantilla. También cumplió, fino en defensa y preciso en el pase largo.

Entre bajas y falta de coordinación, el Barça estuvo lento y en muchos minutos fue inferior a un Getafe muy organizado al que quizás le faltó un poco de ambición en algunas fases. El equipo de Michel mereció adelantarse en el marcador con dos grandes remates de Albín y Soldado que se estrellaron en el travesaño y en el poste, respectivamente, con Valdés ya batido.

Despegue tras el descanso

En la segunda parte, el Getafe siguió sin decidirse a darle la estocada a un Barça dubitativo. Y cuando quiso darse cuenta, Messi e Iniesta ya estaban en el campo en el puesto de Pedro y Jeffren. Y, como estaba cantado, a partir de ese minuto 58 todo fue diferente. El argentino salió en el Barça de su depresión argentina y le dio una velocidad más al choque.

Ibrahimovic, con oportunismo, marcó el 0-1, su segundo gol liguero (66'). Poco después, Messi puso el colofón con un magnífico gol al contragolpe (80'). Era la puntilla para los madrileños.