La cumbre blanca
El Parque de los Toruños será sede a primeros de octubre de la Segunda Feria Internacional de la Sal con el objetivo de servir de palanca de impulso al sector salinero artesanal de la Bahía
CÁDIZActualizado:El Parque de los Toruños será sede a primeros de octubre de la segunda feria internacional de la sal con el objetivo de servir de palanca de impulso al sector salinero artesanal de la Bahía
Las administraciones públicas consideran que el sector salinero artesanal puede convertirse en una fuente de ingresos para la Bahía y de ahí que apuesten por el desarrollo de este sector que, en otros países como Francia consituyen todo un atractivo tanto económico como turístico. Para ello del próximo día 1 y hasta el 4 de octubre tendrá lugar en el Parque Metropolitano de los Toruños, situado entre Puerto Real y El Puerto, la segunda feria internacional de la sal, cuya primera edición tuvo lugar en 2007 y a la que asistieron más de 10.000 personas según los datos recogidos por los organizadores.
El proyecto es de lo más ambicioso y prueba de ello es la larga lista de organizadores en la que figuran el Ministerio de Medio Ambiente, la Junta de Andalucía, la Diputación de Cádiz, La Mancomunidad de Municipios de la Bahía de Cádiz y la Universidad, bajo cuyo paraguas se celebró al primera edición cuyo éxito ha llevado a repetir la experiencia.
Ahora el objetivo es mucho más ambicioso ya que se quiere utilizar este encuentro internacional, al que asistirán representantes de Francia, Portugal, Marruecos y España, para impulsar el sector de las salinas artesanales en la Bahía de Cádiz. A mediados del siglo XX, según los datos aportados por el director del Parque Metropolitano de los Toruños y coordinador de la feria, Juan Martín, existían en la zona unas 150 salinas en explotación con lo que el sector era uno de los puntales económicos de la Bahía hasta el punto de que esta se exportaba a numerosos puntos de España e incluso al extranjero.
Sin embargo, el desarrollo de las neveras y posteriormente de los frigoríficos hizo que esta potente industria se viniera abajo ya que el principal papel de la sal, el de conservante, se hizo innecesario. La segunda puntilla para el sector sería, luego décadas más tarde, la ley de Costas que hizo que las salinas no pudieran ser propiedad de las empresas con lo que estas perdían gran parte de su valor.
El sector pide
Ahora, otra de las grandes reivindicaciones del sector sigue siendo administrativa la de dejar de ser empresas consideradas como mineras para pasar a ser firmas del ramo agroalimentario lo que les permitiría obtener ayudas hasta ahora vedadas y que impiden el desarrollo de los proyectos.
Lo cierto, es que después de 50 años de aquellas 150 explotaciones tan sólo quedan 5 salinas artesanales en la zona: San Vicente, El Aguila, Bartivas, El Estanquillo y La Esperanza, esta última dentro de un proyecto de recuperación comandado por la Universidad de Cádiz y cuya recuperación comenzó, precisamente, coincidiendo con la celebración de la primera feria de la sal. Hoy en día la salina produce ya sal y la idea es seguir trabajando en este espacio.
Además existen grandes empresas del sector salinero en la provincia, aunque estas llevan a cabo otra clase de producción.
Juan Martín señala que uno de los principales objetivos de la feria es que los diferentes organismos asistentes, entre ellos los propios salineros artesanales de la Bahía, es elevar luego una serie de conclusiones que se conviertan en una base para el desarrollo del sector. Al encuentro asistirán los máximos representantes europeos. Así estará el presidente de la Asociación de Salinas Artesanales de Europa, el francés Michelle Coquard. Martín destaca la importancia de la presencia de los franceses en este encuentro teniendo en cuenta el potencial de este pais en el mundo de la sal, un producto gourmet muy valorado y empleado con profusión en la alta cocina.
También estarán los máximos representantes de la asociación española de salinas artesanales con lo que los encuentros que se mantengan serán del máximo nivel. El interés científico del evento también está garantizado con la presencia de científicos de la Universidad de Cádiz y del historiador francés Loic Menanteau, un gran especialista en la industria salinera de la Bahía de Cádiz. Otra de las patas del encuentro será la cooperación internacional tratando de ayudar a los artesanos marroquies, que también acudirán por primera vez a la convención para desarrollar esta industria en su país y evitar su desaparición.
Objetivo doble
Pero el objetivo del encuentro no sólo será de cara al interior, según resalta Martín, sino que tiene como interés divulgar a la población la importancia de las salinas y todos los beneficios que tienen estas para la naturaleza. Precisamente la feria tiene lugar en el parque metropolitano, el pulmón verde la Bahía con 1000 hectáreas de terreno virgen y con varios ecosistemas presentes, donde existen unas salinas de cuyo funcionamiento se tienen noticias ya en el siglo XV.
Las salinas permiten mantener especies animales como las aves o algunos peces a la vez que permiten la explotación sostenible de unos terrenos a través de la crianza de la sal o de pescados de estero, otro de los posibles desarrollos del sector. El pescado de estero no tiene nada que ver con la acuicultura intensiva ya que en los primeros los pescados y mariscos se crían con el alimento que contiene la propia salina, sin aportar piensos artificiales y luego esto se nota en el sabor del pescado.
Proyecto colectivo
Asismimo también suponen mantener un conjunto de especies vegetales características de la zona y que han sido estudiadas por el Grupo de Conservación de Humedales Costeros de la Universidad de Cádiz que comanda el profesor Alejandro Pérez Hurtado de Mendoza, otro de los artífices de estos encuentros.
La feria surgió precisamente como consecuencia de un proyecto de 31 organismos, empresas e instituciones públicas del Reino Unido, Portugal, España y Francia que vienen trabajando desde hace varios años en un proyecto europeo bautizado con el nombre de SAL (Sal del Atlántico) que pretende aprovechar las riquezas de las salinas y recuperar su actividad artesanal con diferentes enfoques que hagan rentable estos tesoros naturales. El proyecto se financia con fondos europeos.
La divulgación se realizará a través de una exposición de 3000 metros cuadrados que acogerá la Casa de los Toruños, un edificio de nueva construcción que servirá de puerta de entrada y como centro de investigación y consulta para el parque metropolitano. La feria será la puesta de largo de este edificio que aún no ha sido inaugurado.
En la feria, en la que se invierten unos 60.000 euros, habrá espacios dedicados a explicar las salinas, diferentes expositores de organismos públicos, un mercadillo dedicado a productos relacionados con la sal y se han programado visitas a salinas, al parque de los Toruños y actividades gastronómicas y musicales. La entrada al recinto será gratuita y habrá unos días especialmente dedicados a los niños ya que desde el día 28 de septiembre hasta el 1 las visitas serán de colegios de la zona que lo soliciten previamente a la organización.