Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
El presidente del Barcelona, Joan Laporta, participó ayer en la manifestación independentista catalana en la fiesta nacional de Cataluña. / EFE
ESPAÑA

Los partidos catalanes desafían al Constitucional en defensa del 'Estatut'

La crisis económica, invitada de excepción a la 'Diada', trocó los insultos soberanistas a la clase politica en proclamas contra el paro

C. REINO
COLPISA. BARCELONAActualizado:

«Nada impedirá que convirtamos en hechos nuestra voluntad de autogobierno». La frase de José Montilla, presidente de la Generalitat de Cataluña, resume la voluntad de desafío que nace en la mayoría de las fuerzas políticas catalanas, cuyos líderes ya hablan de mantener el desarrollo del Estatuto de Autonomía en vigor sea cual sea la sentencia que prepara el Tribunal Constitucional.

El futuro del estatuto protagonizó la celebración ayer de la 'Diada' nacional de Cataluña. Montilla, en la Ser, señaló que «defender en su integridad el nuevo 'Estatut' no es presionar al tribunal».

El Constitucional lleva ya tres años deliberando sobre la legalidad de la polémica norma, y todos los partidos catalanes salvo el PP coincidieron durante la 'Diada' en que esperan que se respete en su integridad. Por eso apoyaron al ex presidente Jordi Pujol (CiU) y a su sucesor en el cargo, Pasqual Maragall, que emplazaron a Montilla a que «defienda el 'Estatut' refrendado por el pueblo de Cataluña».

Maragall propuso que, si se produce un recorte, se convoque otro referéndum, mientras su antecesor apeló a Cataluña a que reaccione con firmeza para defender su «dignidad y no claudicar».

En ese mismo tono, el presidente del Parlamento catalán, Ernest Benach, afirmó: «Ningún tribunal ni gobierno pueden contradecir lo que un pueblo ha expresado en un referéndum libre». El líder de su partido (ERC), Joan Puigcercós, fue más allá y declaró que «esta es la última 'Diada' autonómica, la próxima estaremos en un nuevo estadio, en el que una parte muy importante de catalanes trabajarán por la independencia».

Aludió así al referéndum que se celebrará mañana en Arenys de Munt. «No es un simulacro, sino un adelanto de lo que muy pronto podría pasar de forma legal», señaló el presidente de ERC.

El consejero de Interior y presidente de ICV, por su parte, cargó contra el Constitucional, del que dijo que «no tiene legitimidad para emitir la sentencia». El secretario general de CiU y líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, mientras, emplazó al tripartito a que desarrolle el estatuto ahora, mientras está en pleno vigor.

Invitada de excepción

Invitada excepcional este año a la 'Diada' fue la crisis. En el acto más emblemático de la jornada, los gritos de los trabajadores perjudicados por el desempleo fueron más numerosos y contundentes incluso que los tradicionales de los independentistas que acudieron a increpar a los políticos en la tradicional ofrenda floral al monumento de Rafael Casanova.

En vez de proclamas soberanistas, este año se oyeron lemas del tipo «¿Quién de vosotros está en el paro?», «Montilla, escucha, la Nissan está en lucha» o «esto nos pasa porque Montilla pasa». Los sindicatos también recibieron sus abucheos: «Vividores, vividores», fueron increpados.

Más solemne, aunque no exento de polémica, fue el acto que el Parlament y la Generalitat celebraron en el Parque de la Ciudadela ante unas 12.000 personas. Como habían anunciado en la víspera, medio centenar de personas intentó, sin éxito, boicotear la actuación de la cantante israelí Noa, que interpretó 'El cant dels ocells' de Pau Casals acompañada de la Orquesta Árabe de Barcelona, formada por músicos marroquíes.

La plataforma Aturem la guerra (Paremos la guerra) entiende que la artista hebrea justificó los bombardeos del Ejército israelí en la guerra contra Hamás, por lo que durante su actuación se levantaron, mostraron pancartas a favor de la causa palestina y abroncaron a la intérprete.

La jornada transcurrió sin incidentes destacados y el único momento de tensión se vivió en el Fossar de las Moreres, sepultura de los defensores de Barcelona en 1714 frente a las tropas borbónicas. Una delegación de ERC se enfrentó dialécticamente a un grupo de independentistas radicales, que acusó a la formación republicana de 'botifler' (traidora), entre otros insultos y consignas.

La 'Diada' concluyó con dos manifestaciones, una organizada por ERC y la otra por un conjunto de plataformas soberanistas bajo el lema «Somos una nación. ¡Queremos un Estado propio!», que contó con la participación, en la cabecera, del presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, lo que muchos interpretan como un anuncio de su próximo pase a la política.