
Zapatero ve nuevas «expectativas de acuerdo» tras el debate sobre la crisis
El presidente del Gobierno desea recibir al líder del PP «cuanto antes» para abordar los posibles pactos
COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarJosé Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy salieron satisfechos del debate celebrado el miércoles en el Congreso sobre las respuestas a la crisis, pero por razones distintas. El jefe del Ejecutivo consideró que tras la cita parlamentaria se abren «expectativas de acuerdo» con otras fuerzas políticas, en concreto, con el PNV, con las que de entrada no contaba. El líder opositor consideró, a su vez, que ha corregido errores de anteriores cara a cara y se mostró seguro de haber acertado con el tono de su oposición.
El presidente del Gobierno anunció en Cerdeña su intención de convocar «en un plazo breve» al presidente del PP en el palacio de La Moncloa porque quiere resolver «cuanto antes» las incógnitas sobre las posibilidades de alcanzar acuerdos en el área educativa y energética, pero también en el terreno del gasto público. Precisó, no obstante, que la reunión no podrá ser inmediata ya que tiene «la agenda muy cargada» con citas internacionales en las próximas semanas. Zapatero tiene previsto viajar en los próximos días a París, Bruselas y Estados Unidos.
El jefe del Ejecutivo, según confesó él mismo y ratificaron fuentes gubernamentales, salió del debate mejor de lo que entró porque comprobó que hay posibilidades de alcanzar acuerdos, no ya con el PP, con el que es muy escéptico, sino con grupos con los que no contaba, como el PNV. Unos consensos que no sólo afectarán a medidas concretas contra la crisis sino también a los Presupuestos de 2010, que pueden ser aprobados, según los cálculos de los socialistas, con más facilidad que los del año pasado, en los que contó con el único respaldo de los nacionalistas vascos y gallegos.
Las cuentas gubernamentales se mueven, a tenor de lo visto en el Congreso, en la idea del apoyo de Esquerra, IU, Iniciativa, Coalición Canaria, BNG, Unión del Pueblo Navarro y, es posible, del PNV, siempre que no afecte a la gobernabilidad en Euskadi ni al pacto suscrito con los populares en esa comunidad. El grupo socialista concluyó del debate que el Gobierno no está solo y que a pesar de la virulencia de algunos portavoces de los grupos minoritarios existen puntos de coincidencia sólidos.
La satisfacción también se ha instalado en el partido de Mariano Rajoy, quien logró que sus dirigentes salieran del pleno del miércoles mucho más satisfechos que tras el debate sobre el estado de la nación. Los populares piensan que su líder remedió los errores cometidos en plenos anteriores, donde abusó de las descalificaciones y ataques personales al presidente del Gobierno sin presentar iniciativas o alternativa política propia.
Crítica de fondo
En esta ocasión, Rajoy hizo igualmente una crítica de fondo de toda la política económica del Gobierno, pero aceptó sus ofertas de pactos para la educación y la energía, al tiempo que tomó la iniciativa al poner sobre la mesa un acuerdo para reducir el gasto público a cambio de no tocar los impuestos.
Otro de los elementos positivos que aprecian los dirigentes populares consultados fue la rápida reacción de Rajoy que, según explican, «se aprovechó de la torpeza de Zapatero al cuantificar el montante de la subida de impuestos» en 1,5% del Producto Interior Bruto. Fue el secretario de Economía, Álvaro Nadal, el que asesoró al presidente del PP en el debate e hizo un ágil cálculo de la cifra aportada por Rodríguez Zapatero y que Rajoy tradujo en 15.000 millones de euros cuando subió para la réplica a la tribuna de oradores. Una cifra que fue traducida más tarde con la estimación del impacto en mil euros por familia.