Insuficiente
Actualizado: GuardarE l presidente Zapatero estuvo ayer en el Congreso y nos avanzó un capítulo más del serial de la reforma tributaria. No desveló cuáles van a ser las tuercas que piensa apretar en el corsé fiscal que atenaza a los ciudadanos, pero sí cuantificó su recorrido: la subida de impuestos elevará la presión fiscal 1,5 puntos sobre el PIB y ese dato nos permite hacer algunas cábalas. Sabemos que no modificará el IRPF y que, incluso, bajará el Impuesto sobre sociedades en algunos supuestos. Así que, para alcanzar los 15.000 millones de euros que supondría el nuevo ajuste, tocará primero las rentas de capital. Pero no será suficiente. No llegará ni con las gasolinas, ni siquiera con el insinuado impuesto sobre las grandes fortunas. Si quiere de verdad alcanzar esa enorme cifra, no tendrá más remedio que mover el IVA. Una opción siempre desagradable y más en tiempos de reducción del consumo, lo que le obligará a buscar apoyos políticos diferentes a los utilizados para reformar el impuesto sobre el capital.
En su intervención de ayer, el presidente insistió en una de sus características más molestas. Cuando se enfrenta a un problema y puesto a elegir, siempre evita la solución más eficiente y opta por la más indolora. Primero negó la crisis. ¿Estaba ciego? No, qué va, no quería preocupar a nadie. Más tarde, minimizó su profundidad. ¿Estaba equivocado? No, no quería asustar a los ciudadanos. Ahora, habla de brotes verdes. ¿No le ha contado el ministro Corbacho que el paro se va a disparar en los próximos meses? Claro que sí, pero no quiere alarmar nuestras conciencias, prefiere mantenernos ilusionados.
Otra peculiaridad irritante es su afición a las grandes palabras. Solidaridad, por ejemplo. Pero se olvida de que, cuando pudo obligar a Cataluña a seguir siendo solidaria, prefirió ceder y reducir su ejercicio. Ahora, insiste en ello, pero con los ricos. Claro que los catalanes son muchos y los ricos, por definición, son pocos. Pero no sigue el consejo chino y renuncia a la enseñanza de la pesca, limitándose a ofrecer sardinas a quien no le alcanza para merluza. Eso está bien, pero no es suficiente. ¿Se le ha escuchado alguna vez predicar el esfuerzo y la responsabilidad, o practicar la austeridad? Dice que el Plan E ha creado o ha mantenido 400.000 puestos de trabajo. No es cierto. Con ese dinero se pagan nóminas, pero no se crea ningún empleo. Los empleos de verdad los generan las empresas privadas y los servicios que son necesarios de la Administración. El resto son subsidios. Pero, como son más numerosos, Zapatero contenta a los sindicatos, aun a riesgo de enfrentarse con los empresarios.
Habrá más salarios subsidiados y más estímulos a la demanda. Habrá también más déficit público. Y no habrá recortes en los gastos, pero sí más impuestos.