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Garzón defiende en el Supremo su investigación de las fosas del franquismo

El magistrado declara como imputado después de que Manos Limpias y la asociación Libertad e Identidad interpusieran contra él una querella por prevaricación

EFE |
MADRIDActualizado:

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que estaba citado como imputado por su investigación sobre las desapariciones en la Guerra Civil y el franquismo, ha llegado a las 12.15 horas al Tribunal Supremo entre aplausos y "vivas" de miembros de asociaciones para la recuperación de la Memoria Histórica. "Viva Garzón" y "Libertad para Garzón" son algunos de los gritos que se han escuchado a la entrada de la sede judicial, rodeada por un gran despliegue policial y frente a la que se han concentrado numerosos periodistas, curiosos y partidarios de la investigación abierta por el juez de la Audiencia Nacional. También había un grupo contrario de detractores del juez.

Garzón ha comparecido ante el magistrado Luciano Varela, instructor en el TS de la querella por prevaricación que el sindicato ultraderechista Manos Limpias -sin representación en ningún centro de trabajo y dirigido por el ex responsable de Fuerza Nueva Miguel Bernad- y la asociación Libertad e Identidad interpusieron contra él. Estas dos asociaciones consideran que el juez de la Audiencia Nacional cometió un delito de prevaricación -que consiste en dictar una resolución injusta a sabiendas- al declararse competente para investigar las desapariciones durante la Guerra Civil española y el franquismo (1936-1975) siendo consciente de que no lo era.

Silencio ante las preguntas de la acusación

Pasadas las 16.00 horas, el magistrado ha abandonado el Supremo aunque su comparecencia había terminado tres cuartos de hora antes, tiempo que ha dedicado a repasar y firmar su declaración. Al igual que a su llegada, también a la salida los partidarios de la Memoria Histórica le han dedicado aplausos y vivas. Ni en una ocasión ni en la otra Garzón ha querido hacer declaraciones y se ha limitado a sonreir a quienes le daban muestras de apoyo.

Durante las casi dos horas y media de comparecencia ante el juez, Garzón ha defendido su competencia para investigar las fosas del franquismo. El titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia había llegado en coche al Tribunal Supremo hacia las 12.15 horas. Poco antes había llegado su abogado, Gonzalo Martínez Fresneda, que adelantaba que durante la comparecencia el juez se limitaría a contestar a las preguntas que le realizaran las partes. "Hoy es un día de hechos, no de argumentos", indicaba el letrado.

Según fuentes de la acusación, Garzón ha negado firmemente haber incurrido en prevaricación alguna y se ha negado a contestar a la batería de 150 preguntas que llevaba preparadas el abogado de las dos acusaciones populares, Jaime Alonso. Tan sólo ha atendido a las cuestiones planteadas por el instructor, el fiscal Luis Navajas y su propia defensa. Ninguna de las acusaciones ha solicitado medidas cautelares contra el juez. Entre las preguntas preparadas por el abogado de Manos Limpias destaca una en la que se inquiere a Garzón sobre si pretendía practicar una autopsia de cada fallecido que encontrara. También figuraba si pensaba que estaba abriendo una "causa general" contra el franquismo al tramitar la denuncia de las Asociaciones de Memoria y si tenía la seguridad de que "por todos y cada uno de los hechos de Paracuellos habían sido juzgados todos sus posibles responsables". El titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 ha sido especialmente puntilloso sobre las cuatro o cinco preguntas que le ha realizado el instructor Varela, y ha pedido que constara en acta que algunas de ellas contenían juicios de valor.

Fuentes próximas la magistrado han precisado que Garzón ha sostenido que al abrir una causa sobre las desapariciones en la Guerra Civil y el franquismo no se apartó de la "finalidad legal" de investigar los hechos, depurar las posibles responsabilidades y, especialmente, dar protección a las víctimas. La defensa estudia ahora la posibilidad de presentar un escrito pidiendo el archivo de la causa, ya que considera que tras la comparecencia de hoy ha quedado suficientemente aclarado que no cometió prevaricación.

Unanimidad para aceptar la querella

En su recurso ante el alto tribunal, Garzón niega haber prevaricado y recuerda que ni el fiscal ni los magistrados de Sala de la Audiencia Nacional cuestionaron esta decisión como "extravagante, absurda o esperpéntica" o como constitutiva de un delito de prevaricación. Estima además que si lo que se considera prevaricación es el hecho de declararse competente "la situación injusta ya se habría resuelto" con la inhibición y con la estimación de la cuestión de competencia que planteó el fiscal ante la Sala.

El juez decidió en noviembre de 2008 inhibirse de esta causa a favor de los juzgados territoriales en los que se encuentren las fosas que mandó abrir al declararse competente para instruir este procedimiento. La actuación de Garzón fue respaldada el pasado lunes por la Comisión Internacional de Juristas (CIJ), que desde Ginebra expresó su preocupación por la investigación abierta.

La aceptación de la querella contra Garzón fue adoptada el pasado 27 de mayo por unanimidad de los cinco magistrados que componen la Sala de causas especiales en la que ha recaído el caso y en contra del criterio de la Fiscalía, que informó a favor del archivo de la misma por entender que las decisiones de Garzón respecto a la causa del franquismo pueden merecer opiniones contrapuestas, si bien no suponen delito.