Devoción y ambiente festivo en la procesión de la Virgen de los Milagros
Varios miles de portuenses y foráneos presenciaron el desfile de la alcaldesa perpetua de la ciudad El cortejo procesional duró algo más de dos horas
EL PUERTOActualizado:Varios miles de devotos -portuenses y foráneos- se echaron a la calle para asistir a la salida procesional de la Virgen de los Milagros, patrona y alcaldesa perpetua de la ciudad. La salida de la iglesia Mayor Prioral, pasadas las 20.00 horas, congregó al mayor número de personas en un ambiente austero, al tiempo que festivo, que estalló en aplausos cuando la Virgen de los Milagros descendió por una rampa la escalinata de la prioral.
Entre el gentío, que se impacientaba a medida que avanzaba la hora prevista de la salida, personas de todas las edades, y muchos niños, que entretuvieron la espera comiendo golosinas, manipulando su cámaras de fotos y móviles preparados en las manos para inmortalizar la imagen portuense, y cual si de una playa de asfalto se tratara, jugando con la sal y el serrín de colores que compuso la alfombra en honor a la Virgen -obra de la empresa Sucesores de Ángel Martínez- desde la plaza de España, cubriendo toda la calle Palacios. Y es que los minutos que la patrona tardó en hacer acto de presencia se hicieron interminables para muchos. No en vano, el paso venía precedido por la banda de música, por la permanente del Consejo Local de Hermandades, representantes de las hermandades de penitencia y de gloria, las Siervas de los Pobres, las Hermanitas de los Pobres y las Hermanas Carmelitas, la Archicofradía de la Esclavitud de Nuestra Señora de Los Milagros, con su hermana mayor, Carmen Perdiguero, al frente, el cabildo de la Prioral, encabezado por el párroco Diego Valle, seminaristas, acólitos y otros sacerdotes de la ciudad.
Entre el gentío
Mientras los niños mataban el tiempo a su manera, los adultos lo hacían a la suya: «He contado al menos veinte banderas en toda la plaza. Entre las de España, Andalucía y El Puerto». Otros se ponían en evidencia ante las preguntas infantiles «es la Virgen de las Mercedes» y automáticamente era corregida con el consecuente sonrojo por parte del errado. Tampoco faltaron los desafortunados comentarios de varios jóvenes a colación de la abundancia de incienso y su similitud con ciertas sustancias estupefacientes. No obstante, abundaba la devoción popular. «Nosotras venimos todos los años desde Sevilla para verla. Sentimos bastante devoción. El ambiente no nos importa, lo que queremos es verla», comenta Ángela. Unos metros más adelante, una portuense, Milagros, que como tantas otras celebra hoy el día de su onomástica. «Yo vivo aquí, y no falto ningún año. Disfruto con el ambiente tan bonito que hay en el centro, pero sobre todo vivo mi devoción por la Virgen». La emoción también se palpaba entre las personas de más edad que, como Juan Antonio y Josefa, recordaban «cuando éramos jóvenes y veníamos toda la familia a ver a la Virgen, con nuestros hijos y nuestros padres, que ya no están».
Otro cantar eran los comentarios en torno a la polémica suscitada por la aprobación plenaria de que la Corporación acuda bajo mazas a la procesión. «Es algo que se hace en muchos sitios. No tiene tanta importancia como se le ha dado. Además, el que no quiere participar no está obligado», opinó Andrés. De hecho, sólo los trece miembros del equipo de Gobierno quisieron participar en este desfile protocolario detrás de los maceros. La recogida se produjo, como estaba prevista, pasadas las 22.00 horas.