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El jefe del Ejecutivo y líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, preside ayer la primera reunión de la Comisión Ejecutiva Federal tras el verano. / EFE
ESPAÑA

El PP teme que los pactos que ofrece Zapatero sólo sean cortinas de humo

Rajoy aceptará negociar sobre un plan previo de austeridad y un recorte tajante del gasto público El acuerdo en Educación podría estar más cerca

MAGIS IGLESIAS
COLPISA. MADRIDActualizado:

«Que no se vaya por las ramas», le pidió la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, al presidente del Gobierno para el pleno parlamentario de mañana, en el que José Luis Rodríguez Zapatero informará al Congreso de la situación económica y las medidas del Ejecutivo para superar la crisis. La demanda de Cospedal obedece al temor de la dirección popular de que el líder socialista oculte los datos del paro y el aumento del gasto público tras las ofertas de pactos de Estado al primer partido de la oposición.

Mariano Rajoy y su comité de dirección, reunidos ayer en la habitual sesión de trabajo de los lunes, establecieron una estrategia para impedir que Rodríguez Zapatero desvíe la atención de la crítica situación económica con envites a la oposición y pospusieron cualquier diálogo al debate político que debe afrontar el presidente. El líder del PP ya advirtió el fin de semana de que sólo pactará con el Gobierno sobre la base de un plan económico de austeridad para reducir de forma drástica el gasto público, tal y como puntualizó ayer Cospedal.

«Todo acuerdo tiene que pasar por un requisito inexcusable que es un plan de austeridad tajante y concreto», advirtió la secretaria general, «sin él, es imposible plantear otras medidas», añadió.

Cospedal explicó en la rueda de prensa posterior al comité de dirección que el PP está dispuesto a hablar de educación, energía o cualquier otro asunto pero mañana va a exigir al presidente del Gobierno «que hable de paro, de medidas para frenar el desempleo y de economía». Dijo también que la pretensión de su partido es debatir en el Parlamento sobre la situación económica en un debate «útil, eficaz y que sirva para solucionar los problemas de los españoles», que, según dijo, necesitan «confianza» por encima de todo y lo que tienen es un Gobierno que actúa «con improvisaciones, oportunismo, populismo y muchas veces, engaño».

Fuentes de la dirección popular indicaron que el líder socialista «va a intentar lanzar cortinas de humo con ofertas de diálogo y de pactos de Estado a la oposición y desviar así la atención sobre su responsabilidad en la situación del país, para no hablar del paro ni de las subidas de impuestos que anunció». Por eso, Cospedal insistió ayer en delimitar el terreno para los acuerdos y distinguirlo del ámbito propio de la discusión parlamentaria.

Frente a las quejas de Rodríguez Zapatero, que le invitó a que «por una sola vez ponga algo de voluntad, se siente a hablar, piense en el Estado, en el interés general y no sólo en criticar y descalificar», Mariano Rajoy recordó que «la oposición tiene dos obligaciones: primero, controlar al Gobierno y segundo, presentar la alternativa». En declaraciones al chat de 'elmundo.es', señaló que «en los temas de Estado, es conveniente el pacto siempre que sea posible» pero explicó que no puede apoyar la política económica de Rodríguez Zapatero porque la considera «perjudicial para España».

Cospedal, por su parte, puso en tela de juicio la sinceridad del jefe del Ejecutivo cuando, el pasado domingo, anunció la subida de las pensiones para el próximo año. «El presidente del Gobierno le ha contado a todos los españoles que nos va a subir los impuestos para pagar los 420 euros a los desempleados que no cobran ninguna prestación», comentó. «Y si no hay dinero para pagar esos 420 euros a los desempleados, ¿cómo va a haber dinero para pagar las pensiones?», preguntó, y pidió «que no engañe a los jubilados como engañó a los parados, que se deje de operaciones de marketing y de grandes anuncios».

Cospedal informó de que Rajoy no ha recibido todavía la llamada de José Luis Rodríguez Zapatero para la reunión anunciada en La Moncloa, aunque apuntó que existen otros contactos. «Ha habido algo más de una llamada», indicó.

En efecto, el partido opositor mantiene conversaciones con los socialistas para buscar un acuerdo sobre política energética pero la dirección popular no dará el visto bueno hasta que compruebe la disposición del presidente al pacto anti-crisis, que tendrá que pasar por el mencionado compromiso de austeridad. Es decir, Rajoy se reserva la posibilidad de cerrar o no los acuerdos con el Gobierno en la entrevista prevista con Rodríguez Zapatero.

Cosa distinta es la reforma educativa -otro de los pactos que ofreció el jefe del Ejecutivo-, porque Rajoy lanzó la semana pasada la idea de que es posible un entendimiento en este terreno siempre que el PSOE demuestre voluntad negociadora, pero no lo supeditó a la coincidencia en materia económica. Hoy se debatirá en el Congreso una proposición de Ley del Grupo Popular que propugna cambios en materia educativa y que Rajoy brindó a los socialistas como punto de partida para el acuerdo. Fuentes parlamentarias confirmaron que existen múltiples contactos para sacar adelante la propuesta del PP, cuya aprobación daría vía libre al diálogo y a un pacto de Estado para la Educación, que tanto Gobierno como oposición consideran clave para la mejora del empleo, la recuperación económica y el cambio de modelo productivo.