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La novia de Jenaro Jiménez en Paraguay pide al Gobierno español ayuda para su hija

Rosana Villalba, de 31 años, quiere que reconozcan la nacionalidad española de su bebé de cuatro meses, que cuenta aún con el falso apellido de Domecq

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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La sonrisa le salta a Rosana Villalba a los labios de manera natural, aunque reconoce que pasó «días y horas llorando» cuando supo que su novio español, el que se hacía llamar Álvaro Domecq y Carvajal, y con el que había tenido una niña hacía menos de cuatro meses, las había abandonado, que tenía mujer e hijos en España y se encontraba preso, imputado por diversas estafas, en las cárceles españolas. «No lo podía creer», dice. Su amor, en el que había depositado su confianza e incluso sus ahorros para montar una bodega en Paraguay, ni siquiera se llamaba como decía llamarse, sino Jenaro Jiménez.

La hija de ambos, sin embargo, sigue llevando oficialmente el apellido de los Domecq, con el que fue registrada al nacer. Un apellido al que tendrá que renunciar por ser falso. Aunque Rosana, la madre, tampoco quiere que la pequeña se llame Jiménez, para evitar que la pequeña se avergüence de su pasado cuando sea mayor.

«Lo que necesito para mi niña es un documento legal, porque ahora no tiene absolutamente ningún papel, por eso apelo a las autoridades españolas para que den un documento legal a mi niña», explicaba ayer esta joven en una entrevista concedida a Canal Sur desde Asunción, capital de su país.

Rosana tiene 31 años y se enamoró de aquel español de 42 años y aspecto fanfarrón, que afirmaba haber viajado a Paraguay para invertir y montar un negocio. Ella, por su parte, era una hermosa estudiante de Matemáticas, que un año antes de conocerle, en 2007, había llegado a participar en el concurso de Miss Paraguay representando a su región, la provincia de Boquerón. «Me trató bien y de repente, todo cambió», rememora Villalba ante las cámaras de la televisión andaluza. Este cambio se produjo a finales de junio, meses antes de que Jenaro llegara a España para entregarse a la Justicia, en agosto.

De repente Jenaro las abandonó a ella y a su hija. Se marchó, como ya hizo en España en abril de 2008. Sin dar explicaciones, aunque en esta ocasión no fingió su muerte.

Rosana se vio entonces sola con una hija sin identidad, ahogada por las deudas económicas que le dejó allí Jenaro, y desde hace dos semanas, protagonista de las portadas de los tabloides paraguayos, que se han hecho amplio eco de las andanzas del supuesto estafador gaditano al otro lado del Atlántico.

Fue, precisamente, un periodista del Canal 13 de televisión, en el país sudamericano, quien le comunicó hace un par de semanas cada detalle de la verdadera vida de su amado Álvaro Domecq. En realidad, Jenaro Jiménez, que por entonces ya había pasado varias semanas preso en las cárceles españolas: primero en la madrileña de Soto del Real, a la que fue conducido tras su detención en el aeropuerto de Barajas el pasado 12 de agosto. Y poco después, en la cárcel de Puerto II, donde fue trasladado a finales del pasado mes para declarar ante los jueces de Algeciras y de Cádiz.

En los juzgados gaditanos se le imputa toda una ristra de delitos de estafa, falsedad documental, apropiación indebida de capitales... Aparte de varias deudas económicas, de las que Jiménez intentó escapar cuando se marchó a Paraguay hace 16 meses.

Cuentas con la Justicia

El pasado 4 de septiembre, Jiménez compareció por primera vez ante los jueces de la capital gaditana, para declarar por una parte de sus estafas, aunque deberá volver a los juzgados de San José por otras causas pendientes. Además tiene que declarar ante el juez de Instrucción Número 2 de Algeciras, donde le espera la mayor parte los delitos que supuestamente cometió. Entre ellos, abandonar su hogar en España, a su mujer embarazada de ocho meses y medio, y a su hijo. Un error con el que tropezó por segunda vez en Paraguay.