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La edil de Urbanismo explica a los propietarios los detalles del proceso. / J. M. A.
Chiclana

Los ciudadanos quieren saber

La gran afluencia de interesados desborda la reunión informativa de Rana Verde sobre la regularización de viviendas ilegales

JESÚS M. ARAGÓN
CHICLANAActualizado:

Era una reunión clave para explicar a los vecinos cómo y cuánto tendrán pagar para que sus viviendas sean legales y contar con servicios básicos en sus casas. La cita estaba fijada a las 10.00 horas de ayer domingo y ni el levante quiso perdérsela. El local de celebraciones de Manguita en Rana Verde estaba a rebosar. Muchas familias, algunos cálculos hablan de más de 500 personas, deseando conocer qué pasará con sus casas, cómo discurrirá el proceso de regularización, y dónde tienen que acudir para conocer a fondo las Ordenanzas que regirán este proceso clave para Chiclana que está a punto de comenzar.

En una mesa, con apenas capacidad para llegar con su propia voz a todos los ciudadanos allí reuniones, la edil de Urbanismo, Cándida Verdier, acompañada de algunos concejales como Manuela Moreno, primera Teniente de Alcalde de Hacienda, se esforzaba en poner orden y aclarar conceptos.

Valentía no les faltó a ambas, que hasta casi las 13.00 horas estuvieron explicando de forma casi individualizada a los vecinos que se acercaron a preguntarles los pormenores de sus casos.

Antes el caos. Apenas media hora después de comenzar el evento ya se había decidido repetir el domingo que viene el encuentro, ésta vez con mejores condiciones de sonido (megafonía) y de espacio. Y es que los miles de propietarios de la zona de Rana Verde, Nueve Suertes, El Florín o El Pleito están que trinan. Ellos son los más contestatarios con el proceso de regularización iniciado por el Ayuntamiento, y están dispuestos a alegar masivamente contras las ordenanzas recién aprobadas si es necesario.

Contestatarios

Antonio Aragón es uno de esos propietarios. «Me parece bien que vengan a explicarse, pero deberían haberlo hecho antes», criticaba. Opiniones sobre la presencia de los responsables municipales en esta zona del extrarradio había para todos los gustos. Pero el quid de la cuestión era siempre común; los vecinos están preocupados por la cuantía a pagar, en principio cinco euros por metro cuadrado de parcela para iniciar el expediente de regularización, algo que no les convence. «El Ayuntamiento sólo quiere recaudar y nos trata como si fuéramos ilegales cuando no hemos hecho nada malo». Eran palabras de María José Sánchez, una joven que se construyó una casa con su pareja hace más de un lustro, sin permiso ni licencia municipal de obra.

María José, al igual que el resto de propietarios que acudió ayer a la reunión informativa de Rana Verde, se enfrenta a un pago medio de 40.000 euros. Desde Urbanismo se insiste una y otra vez en que «el proceso se hará de forma paulatina y progresiva, siempre de acuerdo con los propietarios, y traerá servicios esenciales y revalorizará las viviendas».

Sin embargo la polémica tiene un fondo espeso. «¿Por qué tengo yo que pagar ahora?», se pregunta Maite Romero. La respuesta la encontraba apenas a cinco metros, cuando uno de los vecinos que se dio cita ayer le respondía lo que muchos ciudadanos piensan y no se atreven a decir. «Necesitamos agua corriente y luz sin que se nos corte cada dos por tres. Eso habrá que pagarlo», apuntaba.

Tras ver la masiva afluencia de ayer a la reunión informativa sobre la regulización queda claro que, por primera vez en la historia del municipio, el proceso parece irreversible. Con las dificultades lógicas de todo comienzo, Chiclana está hoy más cerca que ayer de ser completamente legal.