«El zombie es un ser desdichado»

-¿Qué es necesario tener para convertirse en un auténtico experto en zombies?

-Pues supongo que afición por el cine de terror. Quizás la culpa la tenga mi padre, que nos hacía atravesar el Cementerio de los Ingleses (que ya no existe como tal, ahora hay una plaza) para ir al cine Brunete.

-¿Para disfrutar de las películas de zombies hay que ser un gran friki? ¿Cómo suelen ser los aficionados a este subgénero?

-Yo diría que introvertido, regordete, con gafitas, melena y camiseta negra... Es el cliché general, pero yo no me considero del todo introvertido, no estoy regordete, sí llevo gafitas, pero no melena y me pongo camiseta negra a veces.

-¿Qué película vería en una primera cita con una mujer?

-La noche de los muertos vivientes, ya que, aunque da miedito, es la menos gore y puede verse casi como una película intelectual, de arte y ensayo... Eso si la chica no es para nada fan del género, si no la llevaría a ver El día de los muertos, más cañera. Y si es romanticona, Braindead.

-¿Qué tienen de atractivo para usted los zombies?

-Pues que, en el fondo, como la mayoría de los monstruos clásicos (Frankenstein, el hombre lobo...), el zombi es un ser desdichado, que ha despertado pese a su voluntad. Si nos ponemos pseudofilosóficos, diría que son un reflejo de nosotros mismos, una perversión de nuestro lado más oscuro... Pero en realidad lo que mola son los maquillajes, cojonudos, y la forma que tienen de moverse, con mucho swing. ¿Quién no se ha movido alguna vez como un zombi y ha bailado como Michael Jackson en Thriller?

-¿Cuál es la peor película de zombies que se ha hecho?

-Se han hecho (y se hacen) muchas malísimas, pero algunas de ellas tan divertidas... Detesto especialmente las que se hacen dentro del llamado ultragore alemán porque, además de estar hechas con un sentido del cine nulo, muestran la violencia de la manera más gratuita posible.

-Si fuera un muerto que vuelve a la vida, ¿qué sería lo primero que haría?

-¡Morder a Megan Fox!