entrevista en exclusiva

Sebastián: «Ya estamos en marcha para un pacto de Estado en la energía»

El Gobierno no abrirá nuevas centrales nucleares, calcula que a las actuales les quedan "casi 20 años de vida" y apuesta por el coche eléctrico, con un millón de unidades para el año 2014

MADRID Actualizado: Guardar
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¿Está decidido el modelo energético para los próximos 20 o 25 años?

–Lo tenemos bastante claro. Por eso, ya estamos en marcha con el PP para poner en marcha un Pacto de Estado en materia de energía, centrado en seis áreas: mix energético; seguridad del suministro y almacenamiento; liberalización eléctrica; almacenamiento de residuos nucleares; ahorro energético y, por último, los organismos reguladores. Sé que suena utópico, pero por lo menos lo vamos a intentar. Todos los partidos nos tenemos que poner de acuerdo, porque hablamos de un modelo para 2o o 25 años.

¿Dónde ve más complicado el acuerdo?

–En la liberalización eléctrica, y no por motivos ideológicos sino porque el PP tiene un modelo en la cabeza que no nos gustaba, ya se fuerza a la baja el coste de la electricidad a costa del bolsillo de las generaciones futuras. Nosotros creemos que es malo que el Gobierno fije el precio de la luz, como lo sería si hablasemos de las telecomunicaciones o de otros servicios. No sólo es desagradable, sino también tremendamente ineficiente. Lo que queremos es culminar junto al PP un proceso que ya hemos iniciado, porque los beneficios del mismo los disfrutarán los gobiernos venideros.

Aún con la liberalización, el Gobierno tendrá que actuar como árbitro para evitar abusos.

–Nosotros no vamos a rehuir nuestras obligaciones. Es verdad que los consumidores domésticos, con menos de 10 kWh de potencia instalados, apenas han notado los beneficios de la liberalización, cosa que haremos en los próximos años. Por encima de este nivel sí lo han hecho, con una lluvia de ofertas y mejoras sustanciales en los contratos. Esto es mucho consumo, pero pocos consumidores.

Sin embargo, el precio de la luz ha subido para todos.

–Lo que hemos hecho no es incrementar la tarifa eléctrica, sino cambiar la forma de pago. De este modo, antes se hacía en forma de plazos, y por eso se ha generado el déficit multimillonario que ahora tenemos. A nosotros no nos gusta ese sistema porque, además de ser un lío, hipoteca el futuro. Por eso, ahora se paga todo al contado, como ocurre con la gasolina o el pan.

¿Su apuesta principal es el ahorro energético?

–Es una de las importantes. Este país tiene un ahorro energético potencial muy grande, que equivale a muchas centrales eléctricas, ya sean nucleares o no. Es lo más barato y lo que menos contamina, y uno de nuestros valores claros para el futuro.

¿Y qué importancia dan a las energías renovables?.

–Mucha. Nuestra intención es superar el objetivo europeo de que en 2020 el 20% de la energía que consumamos sea de fuentes renovables, con un parque nuclear similar al actual salvo Garoña, cuyo cierre está previsto para 2013. Todo esto se combinará con un ahorro del 20% en diez años.

Pero parece que en las renovables no todo es oro...

–Cierto, porque si bien a largo plazo tienen ventajas enormes (reducción de CO2, menos dependencia energética del exterior,...), a corto tiene su coste. Eso hay que reconocerlo y los ciudadanos lo tienen que saber.

¿Podemos descartar que se vaya a construir alguna central con un gobierno socialista?

–Al margen de lo que diga el Consejo de Seguridad Nuclear, el Gobierno ya ha dicho que irá cerrando las centrales conforme vayan concluyendo su vida útil, que está en torno a los 40 años, lo significa que al parque actual le quedan aún casi 20 años de vida. ¿Construir algo nuevo? Nosotros no vamos a hacer esa apuesta, tanto por el coste económico como por los residuos, un tema aún sin resolver. Y el PP_no parece que tampoco sea muy pronuclear, pues gobernaron ocho años y no hicieron ninguna.

Otros países europeos y EE UU, sin embargo, sí las van a hacer. ¿No nos quedaremos desfasados?

–No creo. La solución a ese problema, aparte de en la innovación tecnológica que hará que la producción de las energías renovables sea almacenable, está en el coche eléctrico, que permitirá ahorrar muchísima energía, amen de aprovechar mejor la que se consuma a diario.

¿A qué se refiere?

–A que los coches funcionarán como mini-centrales, almacenando la electricidad en los momentos valle pero donde también se genera mucha producción de renovables, y volcando a la red la energía que no necesite, lo que le permitirá sacarle a su vez un rendimiento económico. Ya sé que esto suena a ciencia-ficción, pero ya hay empresas que están desarrollando el software para que los consumidores domésticos puedan usarlo relativamente pronto.

¿Y para cuando se generalizará el uso del coche eléctrico?

–Lo único que hace falta es el pistoletazo de salida, porque todo el mundo quiere hacer estos vehículos. Al final, será el Gobierno el que lo impulse porque queremos estar entre los primeros y nuestro objetivo es que haya un millón de ellos circulando por el país en 2014. Ahora bien, el coche eléctrico será un éxito en función de su comodidad, es decir, de que se pueda recargar fácilmente y no te eternices con el suministro..., que sea casi como cargar un móvil.

La reforma que persigue acabará con la politización de los órganos reguladores, como la CNE.

–Eso nos gustaría. Creemos que la forma de eliminarla es elegir a los consejeros por consenso en el Parlamento. Por ejemplo, que todos los partidos tengan derecho a veto sobre una lista de candidatos que presente el propio organismo o incluso el propio Gobierno.