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Manuel Barberá abrió el bar en 1985 con sus hijos./ VÍCTOR GÓMEZ
Sociedad

El chiclanero perfecto

Trabajador, emprendedor y agradecido. Así es Manuel Barberá Gallardo, el hombre que supo ver un negocio en la cervecería Manguita

J. MONFORTE
CÁDIZActualizado:

A las siete de la mañana ya está en el restaurante de Huerta Retortillo y si hay que barrer se barre, a pesar de que ya supera los 76 años. Pelo canoso, piel morena, de esas de pescador de toda la vida, de las que tuesta el salitre, viste una camisa casi juvenil y no aparenta, para nada la edad. Su hija, Juani, que atiende la pescadería, señala que «este hombre no para, lo lleva todo en la cabeza».

Trabajador, emprendedor, amable, hecho a sí mismo, y agradecido, muy agradecido, a todos los que le han ayudado en su vida. Se podría decir que es el prototipo del chiclanero. Lo de Manguita le viene de su abuelo José que era pescador. Utilizaba un arte de pesca llamado Manga, el mismo que utilizó su hijo José, por lo que al hijo de José Barberá, Manolo, le pusieron Manguita. El Manguita trabajó junto a su padre en la pesca y luego hasta tuvo barco propio para faenar en Marruecos. Cuando viajaba hasta la costa africana en Lá Rápida, su último barco, pensaba en la cantidad de riesgos que tenía la mar. Se lo comentó a unos amigos y estos le dieron la solución. Manuel Paredes Quevedo tenía un local en la Huerta del Retortillo. Él y su mujer, Aurora Gómez, decidieron vendérselo a Manolo Barberá para que pudiera poner el negocio que ansiaba, pero no tuvo que dar nada y le dijeron que lo pagara como pudiera. También confió en él el matrimonio de Manuel Romero Rodríguez y Ana Galán que le vendieron el estero de Pastorita.

El préstamo del Bilbao

En 1985 Manuel Barberá y sus hijos, seis tiene en la actualidad y todos dedicados al negocio, abrieron la cervecería Manguita gracias a un préstamo que les facilitó Carlos Bertón del Banco Bilbao y a la venta de La rápida, el barco que tenía Manguita. Desde el primer día comenzaron el negocio como lo mantienen con la venta de marisco cocido y pescado frito. A cocer las gambas le enseñaron en la marisquería El Pato de Cádiz a donde acudió Manuel para coger el punto de la cocción.

Desde entonces todo han sido alegrías y ampliaciones de los negocios. Un nuevo estero y sucesivas ampliaciones del restaurante en 1989 y 1991 cuando se abre la pescadería situada junto al establecimiento.

En la actualidad Manguita posee tres restaurantes. Los otros dos están situados en la urbanización La Rana Verde y en La Barrosa. En total tienen capacidad para unas 600 personas en total y dan empleo a 24 personas. Pero Manuel, a pesar de sus 77 años, sigue pensando en abrir nuevos negocios «y estoy dándole vueltas a la cabeza», quizás, porque como él dice, aunque de edad tiene 76 años, de espíritu sólo cuenta con unos 30.