Jenaro Jiménez baja del furgón de la Guardia Civil en el que fue conducido desde la cárcel de Puerto II a los juzgados. / F. JIMÉNEZ
CRONOLOGÍA

Jenaro Jiménez se declara inocente de estafa y asegura que sólo debe dinero

El empresario comparece ante la Justicia en Cádiz y alega que huyó a Paraguay «ahogado por las deudas» Regresa a la cárcel de Puerto II después de que uno de los jueces haya prorrogado su prisión provisional

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Se cerró el círculo. Después de 16 meses desaparecido, ayer Jenaro Jiménez llegó por fin a Cádiz -donde empezó su huida-, para comparecer ante la Justicia. La jornada fue maratoniana, ya que estaba convocado por tres magistrados diferentes de los Juzgados de Instrucción de San José, para que diese, por primera vez, su versión de los delitos que se le imputan.

Y Jenaro se declaró inocente. Al menos, inocente de haber cometido las supuestas estafas económicas que se le achacan. Ya que, además de este delito, Jiménez debía responder de otros muy diferentes: cómo utilizar supuestamente un poder notarial que había sido revocado y el de falsificar un pagaré bancario.

También estaba previsto que uno de los jueces -el número 2- le preguntara al empresario por los 47.000 euros que cobró dos días antes de desaparecer a un familiar como adelanto por la compra de una vivienda en la calle Marconi. Este dinero nunca apareció y el comprador no pudo quedarse con la vivienda, porque ésta ya tenía dueño. Por este hecho, el juez ha imputado al detenido un delito de estafa.

Jenaro, sin embargo, declaró ayer en el juzgado que en esta operación nunca hubo intención de engaño. Y aunque reconoció lo evidente: que nunca devolvió el dinero; matizó que de los 47.000 euros desaparecidos sólo se apropió de una parte, ya que el resto -según él- lo entregó a la empresa Emblematic Houses, promotora de la vivienda en venta.

«Ahogado por las deudas»

«Las deudas me estaban ahogando», llegó a responder el gaditano ante el juez, cuando éste le preguntó por qué decidió escapar a Paraguay, fingiendo su muerte.

La defensa de Jenaro (representado por el bufete de abogados de Alfonso Jiménez) espera, de hecho, que este argumento sea asumido por el juez, y se considere la apropiación como una deuda, y no una estafa. Si prospera, el empresario sería juzgado por la vía civil y no por la vía penal.

Hasta ahora el letrado que ha ejercido como portavoz de Jenaro ha sido el gaditano Alfonso Jiménez, aunque ayer el detenido estuvo acompañado y asistido por el abogado José María Rosso, también del bufete de Jiménez.

De juez en juez

Durante la mañana de ayer el supuesto estafador se mostró en todo momento bastante tranquilo. Al menos, en los pasillos de los juzgados de San José, que recorrió mientras era trasladado de un despacho a otro de los jueces.

Jiménez cuenta con procedimientos abiertos en cada uno de los cuatro juzgados de instrucción de la capital. Aunque, ayer, sólo pasó por tres de ellos, ya que el juez del número 1 se inhibió en su compañero del número 4 para que fuera éste quien le tomase declaración.

El imputado llegó esposado a los juzgados de San José, a las 10.20 horas de la mañana, trasladado por la Guardia Civil desde la cárcel de Puerto II donde ha permanecido encarcelado una semana a la espera de que llegase la hora de declarar. Con todo, la jornada de ayer no será la última que el empresario pasará en prisión, ya que apenas tres horas después de su llegada a Cádiz, la Policía Nacional lo devolvía al centro penitenciario portuense (de nuevo esposado) con una prórroga de prisión preventiva, dictada por el juez de Instrucción Número 4.

Fue precisamente este magistrado el primero en recibir ayer a Jenaro Jiménez para interrogarle. Aunque lo hizo en las dependencias del juzgado de Guardia, situado en un lateral del edificio. Además, este juez es uno de los que ordenó en su día la busca y captura de Jenaro, por la que fue detenido el pasado 12 de agosto a su llegada al aeropuerto de Barajas (Madrid) procedente de Paraguay. Jiménez también contaba con un requerimiento del Juzgado de Instrucción Número 2 de Algeciras, donde fueron enviadas la primeras denuncias y la investigación de la Policía Nacional, y en el que Jenaro está imputado por delitos de estafa, falsedad documental y apropiación indebida.

El empresario tendrá que comparecer en Algeciras en días próximos por estos delitos, aunque aún no hay una fecha señalada.

No será la última vez que el supuesto estafador pise los juzgados para declarar. De hecho, tendrá que volver al edificio de San José, por otros delitos en los que está imputado y de los cuales ayer no llegó a responder. Algunas de estas causas sí siguen la vía civil, por supuestas deudas económicas, y son llevadas por diversos juzgados de primera instancia.

Un largo camino judicial

«Esto no ha hecho más que empezar», reconocía a este periódico el letrado Alfonso Jiménez, que sabe que el proceso judicial por el que va a pasar su cliente a partir de ahora será un camino largo y tortuoso. No en vano, la comparecencia del empresario en Cádiz supone la primera etapa en ese largo camino hasta el banquillo.

A pesar de todo, la llegada de Jenaro Jiménez a la capital también tenía ayer mucho de meta. De final de otro camino -el de su fuga- que ha durado 16 meses y tres semanas, desde aquel 13 de abril de 2008 cuando dijo que se iba a pescar a Tarifa y huyó a Paraguay.