EL cambio climático parece incidir en la no formación de hielo en el Ártico y altera el modo de vida de los osos polares, que deben ampliar sus territorios de caza. /AP
Sociedad

El Ártico, sin hielo dentro de 20 años

El secretario de la ONU regresa sobrecogido del Polo Norte y exige a los gobiernos que detengan el cambio climático. «Nos jugamos el futuro»

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El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon alertó ayer al mundo de que «el Ártico se está calentando más rápido que cualquier otro lugar en la Tierra» y que «podría quedarse sin hielo en 2030». Ban ha visitado en los últimos días la base internacional de Ny Ålesund (en Noruega), donde ha podido observar de primera mano el impacto del cambio climático sobre el Ártico. Lo que allí le han explicado los científicos ha sobrecogido el corazón del coreano. «El cambio climático puede significar un desastre económico generalizado. A finales de este siglo, los niveles del mar pueden crecer entre medio metro y dos metros en el mundo. Ciudades como Tokyo, Nueva Orleans y Shangai, multitud de pequeñas islas están en peligro. Es nuestro futuro», declaró Ban.

Sus palabras de alerta cayeron como un jarro de agua fría sobre el millar de participantes reunidos en Ginebra en la Conferencia Mundial sobre el Clima, el foro donde se debaten las medidas a tomar por el mundo ante el cambio climático y el precio que deberán pagar los países desarrollados para detener esa amenaza universal.

En ese mismo escenario, Rajendra K. Pachauri, presidente del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), ha advertido también de que la vida en la Tierra, incluida la pervivencia del hombre, depende de lograr un gran acuerdo para frenar el cambio climático causado por la actividad humana. «Nuestra supervivencia, la de nuestros hijos y nietos, así como la de todas las especies, depende de ello», dijo el indio Pachauri.

Según un informe de la organización World Wildlife Foundation (WWF), «desde hace varios decenios, el Ártico se calienta dos veces más que el resto del planeta. El cambio climático afecta al Ártico antes de lo previsto y desestabiliza ya sistemas importantes como el hielo marino, el casquete glaciar de Groenlandia y los glaciares de montaña», señala el documento.

Regula el clima mundial

El Ártico, un extenso océano cubierto de campos helados, es el área alrededor del Polo Norte de la Tierra. Incluye amplias regiones de Rusia, Alaska, Canadá, Groenlandia, Islandia, Laponia, Suecia, Noruega y Finlandia así como el Océano Ártico, que se forma en invierno al bajar las temperaturas. El Ártico juega un papel fundamental en el sistema climático mundial. Estudios recientes han probado la interrelación que existe entre las condiciones ambientales del Océano Ártico y la atmósfera terrestre.

En 2008, el hielo ártico alcanzó su récord negativo desde que existen observaciones al cubrir sólo 4 millones de kilómetros cuadrados. A la espera de los datos definitivos y de las fotos de los satélites, todo apunta a que este invierno ha podido ser aún peor. Como ejemplo, en 1979, se heló en el Ártico una superficie de 16,5 millones de kilómetros cuadrados (32 veces la extensión de España), cuatro veces más que en el invierno de 2008.

Esta «dramática pérdida de hielo derivada del calentamiento en el Ártico» se produce, según WWF, al doble de velocidad «que en el resto del mundo» e influirá de forma decisiva en la circulación atmosférica y en el clima mundial.

La organización medioambiental espera que la pérdida de hielo provoque «cambios en patrones de temperatura y de precipitación en Europa y Norteamérica, afectando a la agricultura, la silvicultura y las reservas de agua». Además, los suelos congelados del Ártico almacenan «el doble de la cantidad de carbono que se encuentra en la atmósfera», indica WWF. «Pero a medida que continúe el calentamiento se incrementará el descongelamiento de los suelos y se liberará carbono a la atmósfera en forma de metano y de dióxido de carbono. Los niveles atmosféricos de metano, un gas de efecto invernadero particularmente potente, se han incrementado en los últimos dos años. Se cree que este incremento se debe al calentamiento en la tundra ártica», señalan desde el grupo medioambiental.

250 millones de víctimas

Según las estimaciones más pesimistas de esta organización, más de la cuarta parte de la población mundial podría sufrir inundaciones a causa del cambio climático. «Unos 250 millones de personas que viven a nivel del mar podrían morir y, en todo caso, deberían desplazarse», apunta Heikki Willsted, de WWF España.

«Aquí, en el hielo polar, siento el poder de la Naturaleza y, al mismo tiempo, un gran sentido de vulnerabilidad», declaró el secretario general de la ONU tras desembarcar del rompehielos noruego KV Svalbard en el que había visitado bases científicas y conversado con especialistas. «A pesar de las pruebas, a pesar de la ciencia, a pesar de todas estas llamadas de alerta, no avanzamos. Necesitamos un progreso rápido», lanzó Ban a los congregados en Ginebra.

Ban Ki-Moon pretende agitar las conciencias de los líderes mundiales que se reunirán el próximo 22 de septiembre en Nueva York para debatir medidas que frenen el cambio climático, una evidencia que Ban ha podido observar con sus propios ojos en una de las zonas más sensibles para la vida en la Tierra, el Ártico, un lugar cuya seña de identidad, el hielo, podría desaparecer de aquí a veinte años.