«Las vacaciones han dejado de ser un lujo»
CHICLANA CHICLANA Actualizado: GuardarEl entorno en el que se encuentra el Riu Chiclana es un «lugar privilegiado», tal como explica su gerente, Tony Fornés, pero además cuenta con otros puntos a su favor. El interior del complejo está inspirado en un pueblo andaluz, lo que lo diferencia del resto de la oferta gaditana.
El responsable del hotel considera fundamental para ser elegido como candidato a este premio el tipo de atención que se ofrece al público. «Si hay algo que verdaderamente nos diferencie, es nuestro trato. La amabilidad y la simpatía de nuestros empleados hacen que los visitantes vuelvan», explica. «Puede haber hoteles de mayor calidad, pero estamos seguros de que nuestra atención es la mejor», insiste Tony.
A pesar de los tiempo de crisis, el nivel de ocupación del Riu es bastante alto y además ha conseguido hacerle frente al problema de la estacionalidad. «Contamos con un público bastante nivelado todos los días del año, aunque sí hemos notado últimamente una subida de visitantes españoles, sobre todo en este verano», aclara el directivo.
Sea de la manera que sea, Tony tiene clara una cosa: «Las vacaciones han dejado de ser un lujo para convertirse en una necesidad y nosotros estamos aquí para que el cliente disfrute al máximo de su estancia». Así, agradece el reconocimiento que le servirá, sin duda, para una mejor publicidad de su establecimiento.
Conseguir cinco estrellas en un hotel no resulta fácil y menos aún en un municipio pequeño de segunda línea de playa. Martin Schneck lo sabe y se aferra a su categoría a través de la diferenciación en el hotel Fairplay de Benalup. «Nuestra intención es ofrecer un producto diferente, ésa es la clave del éxito», recalca el gerente. En este caso, también reconoce la importancia del trato al cliente. Cuenta que directivos y empleados tienen «una filosofía: hacer sentir al visitante que se encuentra en su propia habitación». Como en casa.
Para tal fin, el establecimiento cuenta con un servicio de 240 empleados para un total de 82 suites, una proporción, que según Schneck «resulta bastante alta en comparación con otras». «Es por ello que el 80% de los clientes que vienen a este hotel, vuelve».
La crisis tampoco ha afectado a este hotel de lujo, que además, cuenta con un amplio campo de golf, pistas de tenis, restaurantes gourmets y un spa de 2.000 metros cuadrados. «Estamos contentos con los resultados, pero sí que es cierto que hemos notado estancias algo más cortas que otros años». Respecto al público que frecuenta estas instalaciones, asegura que es mayoritariamente extranjero, los españoles suponen solo el 18% del total.