Tributo a los deportados
VARSOVIA Actualizado: GuardarLos obispos de Polonia y Alemania, con motivo del evento que se conmemora en Gdansk, han condenado los crímenes de la Segunda Guerra Mundial y las deportaciones de ciudadanos indefensos que se llevaron a cabo. En una declaración común, la cúpula eclesiástica de ambos países subraya su «acuerdo para condenar las expulsiones», así como «la agresión criminal de los nazis y el daño infligido a los polacos por los germanos, pero también el daño sufrido por los alemanes expulsados y privados de su patria».
Después de la Segunda Guerra Mundial, los Aliados obligaron a la Alemania vencida a ceder una parte de su territorio a la zona occidental de Polonia. Centenares de miles de germanos tuvieron que abandonar las ciudades y pueblos donde vivían, que fueron repoblados por polacos procedentes de otras regiones de su país. Tras la primera gran contienda bélica se produjo una situación similar que sembró la semilla del revanchismo entre los teutones. El Tratado de Versalles de 1920 creó el Estado Libre de Danzig, la actual ciudad de Gdansk, que fue causa permanente de tensiones entre Berlín y Varsovia. Gdansk acabó en manos de Hitler y bombardeada durante los combates entre tropas alemanas y soviéticas.