Un otoño crítico para los hogares
Con el paro al alza, los salarios congelados y la subida de los gastos fijos, sólo el recorte de precios y las hipotecas baratas animarán el consumo
MADRIDActualizado:La vuelta al cole de este otoño llega marcada por tintes sombríos. Las cifras de la economía española apuntan a que el impacto más agudo de la crisis puede haber quedado atrás, pero la evolución de los grandes números refleja, en buena parte, la comparación de la situación presente con la ya declinante del año anterior. Cosa bien distinta es enfrentarse a la realidad cotidiana de los puestos de trabajo destruidos, los sueldos congelados, los préstamos inaccesibles y la actividad semiparalizada. Pero la crisis también muestra dos caras, y muchas dificultades tienen contrapartida. La hipoteca más barata, las ofertas y descuentos comerciales y la revalorización de las acciones en la Bolsa pueden contribuir a afianzar el repunte de la confianza de los consumidores, que, tras haber tocado suelo hace justamente un año, ya lleva cinco meses de suave escalada. Éstas son algunas pistas de lo que aguarda a los ciudadanos tras las vacaciones:
Menos y peor empleo. El paro volverá a subir en otoño, admiten los responsables de Trabajo. Todavía hay ocupación para los trabajadores de la construcción, porque las obras del Plan Local tienen plazo de ejecución hasta diciembre. Pero la temporada turística -mediocre, por otra parte- termina, los servicios no están para nuevas contrataciones, los expedientes de regulación de empleo se acumulan en la industria y los despidos van a incidir cada vez más en los contratos fijos. El mercado de trabajo se recupera más tarde, recuerdan los expertos. La cifra de 3,5 millones de parados inscritos en los servicios públicos a 31 de agosto -la Encuesta de Población Activa anotó 4.137.500 y la tasa de desempleo se alzó al 17,92%- irá en aumento.
¿Bajarán los salarios? La inflación acabará el año con un dato ligeramente positivo, en torno al 1%, tras muchos meses de caída interanual de los precios. Los convenios vigentes tomarán esa referencia, pero hay muchos procesos de negociación colectiva aún en curso -más de 1.500, estiman fuentes sindicales- que se tendrán que decantar por mejoras de otro tipo -jornada, condiciones laborales, mantenimiento del empleo- allí donde las empresas no están en condiciones de subir la retribución. En promedio, quienes conserven el puesto de trabajo pueden aspirar a esa modesta subida del salario o a una congelación de sueldos en empresas en dificultades. Con ello tendrán que hacer frente a la previsible -aunque moderada- escalada de los precios.
¿Y los gastos fijos? Transportes, luz y otros servicios básicos evolucionarán al margen de la crisis económica porque muchos tienen su referencia en el petróleo. Las materias primas suben porque se adelantan a la recuperación. El crudo ya ronda los 74 euros por barril, con un repunte del 40% respecto a los mínimos alcanzados en la etapa reciente. Si el petróleo se encarece, los carburantes y el recibo de la luz sufrirán un recargo.
¿Qué ocurrirá con las pensiones? Los pensionistas no podrán contar con la paga extra del mes de enero que en los últimos años compensaba el diferencial de inflación. La subida anual de los precios se quedará en noviembre por debajo del 2%. De cara a 2010, la primera pista la proporcionará el presidente del Gobierno, que ya ha hecho una tradición del anuncio que suele realizar durante su participación en la fiesta minera que se celebra en Rodiezmo (León), convocada este año para el 6 de septiembre. Fuentes próximas al Ejecutivo dan por seguro que las pensiones mínimas aumentarán más del promedio, según el programa socialista.
El comercio, en su peor momento. La recuperación del consumo es la clave del relanzamiento económico. En el final de la cadena productiva, la distribución atraviesa un momento verdaderamente crítico. Las ventas del comercio minorista están en caída libre: pese a los descuentos y las promociones del verano, los descensos de julio fueron del 4,6%, y del 2,8% si se excluyen las estaciones de servicio, lastradas por el retroceso de la demanda de combustibles. Las tiendas que vuelvan a levantar la persiana en otoño, verdaderas supervivientes, se enfrentan a un panorama incierto. A cambio, los consumidores disfrutan de jugosas ofertas: descuentos prolongados, propuestas de dos artículos por el importe de uno y promociones de precios muy ajustados.
¿A quién le van a dar préstamos? Arranca con timidez la concesión de nuevos créditos, aunque el saldo neto, deducidas las amortizaciones, está prácticamente inmóvil. En junio, las entidades financieras dieron a las familias 14.045 millones de dinero fresco, la cifra mensual más elevada desde antes de la quiebra de Lehman Brothers. Pero las condiciones son cada vez más exigentes: bancos y cajas requieren garantías de ingresos fijos, y cobran tipos de interés elevados, excepto a los clientes que proporcionan ingresos por comisiones (depósitos, fondos, tarjetas...).
Hipotecas más baratas. El tipo de interés euribor a un año, principal referencia hipotecaria, ya está en el 1,33%. Los expertos creen que se encuentra cerca del mínimo. La revisión de las hipotecas que no tengan pactado un suelo -operaciones realizadas con topes de tipos de interés, hacia arriba y hacia abajo- seguirá suponiendo una alegría para los hogares, con ahorros de entre 3.000 y 4.000 euros al año.
Ganancias en Bolsa. Los expertos cruzan los dedos y no se arriesgan a realizar pronósticos. Pero la Bolsa ya lleva un repunte del 70% en dos meses. El mercado de valores anticipa -dicen que medio año- a recuperación, pero las ganancias sólo las contabilizan quienes venden en el momento oportuno.