Junto a los robos con violencia en viviendas, la sustracción en vehículos es uno de los delitos falsos que más se denuncian. / LA VOZ
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La crisis dispara las denuncias de robos falsos para cobrar las pólizas de seguros

En dos meses, la Policía ha detenido a cinco personas e imputado a otras nueve en la provincia por fingir ser víctimas de delitos La mayoría son turistas que esperan no ser detectados

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Al girar la esquina, vio a los cuatro hombres apoyados sobre la pared. Y antes de darse cuenta, se encontró rodeado por ellos. Cuatro gitanos malencarados que le dieron una paliza. Uno lo agarró por los brazos, mientras otro lo amenazaba con un cuchillo jamonero. Un tercero lo registró a manotazos, buscando el dinero. Y aunque no se resistió al robo, el cuarto le pegó un fuerte puñetazo en el mentón que se lo dejó hinchado. Le robaron 260 euros y, para colmo, le rompieron el móvil contra el suelo.

Un suceso terrible..., si no fuera porque la supuesta víctima se lo inventó todo, para justificar ante su mujer el gasto de los 260 euros en un club de alterne de La Línea. El individuo, de 42 años, fue detenido esta semana por la Policía Nacional en la Línea, donde días antes había acudido a denunciar el robo. Y ahora, la víctima mentirosa se enfrentará al juez.

Durante esta misma semana, al menos otras cuatro personas han acabado en el calabozo por mentirosos, en Cádiz. Aparte de ellos, otras nueve han sido imputadas a lo largo de julio y agosto en la capital por el mismo delito, aunque no han acabado en los calabozos porque los falsos delitos que reclamaron no llegaron a ser considerados graves.

Los pillados

No son hechos aislados. De hecho, la Policía Nacional advertía ayer en un comunicado del importante aumento de este tipo de denuncias, que finalmente resultan ser falsas. Sólo en la capital gaditana, llegan a interponerse unas tres denuncias sospechosas a la semana. Y que la mayoría de las veces acaban siendo descubiertas.

Según fuentes policiales, la crisis económica tiene mucho que ver en el incremento de estos delitos falsos. Ya que, aunque algunas personas mienten por razones peregrinas (como un gasto en prostitución, pérdidas en juegos de azar e incluso dilapidando el capital en invitar a los amigos), la mayor parte de los casos coincide en un mismo objetivo: estafar a las empresas aseguradoras para conseguir un dinero extra. «En ocasiones, estas personas denuncian un robo porque tienen miedo a reconocer que han perdido una cantidad importante de dinero; pero en otros muchos casos, sólo pretenden llevar la denuncia al seguro para que éste corra con los gastos de un robo con violencia e intimidación, que son cubiertos por las pólizas; porque los hurtos o las pérdidas no las incluyen». Así lo explican desde los grupos de Delincuencia Urbana de la Brigada Judicial de la Policía en Cádiz, que son los encargados de investigar este tipo de embustes.

La mayoría de los casos se refieren a robos (tirones, asaltos a viviendas o hurtos en el coche), que llegan cada vez con más asiduidad a la Comisaría Provincial, sobre todo en verano, cuando se disparan las acusaciones fraudulentas por parte de turistas que confían en que la Policía no los requieran en la fase de investigación.

Pistas sospechosas

«Resulta sospechoso, por ejemplo, que a una persona que le quiten el bolso de un tirón, denuncie que llevaba 800 o 900 euros, un ipod y una cámara fotográfica bastante buena, etcétera», recuerdan desde la Policía Nacional, que se han vuelto expertos en detectar robos falsos casi al vuelo.

Por ejemplo, cuando el botín robado parece muy inflado, se despiertan las suspicacias policiales. No menos sospechoso resulta que una víctima, tras un suceso tan traumático, recuerde con minucioso detalle todo lo ocurrido.

Tarde o temprano, las pesquisas suelen aclarar las sospechas. Incluso los denunciantes acaban por confesar sus mentiras, cuando se enfrentan a las contradicciones de sus elaborados relatos. «Mucha gente piensa que tras poner la denuncia, aquí no hacemos ningún tipo de gestión, pero no es así», aseguran en la Comisaría. La Policía recuerda, de hecho, que las denuncias falsas no sólo suponen un importante gasto en medios y tiempo de investigación, para perseguir un fantasma. Sino que también desvía gran parte de los esfuerzos policiales hacia otros delitos verdaderos.

De Código Penal

Además, la denuncia de una infracción falsa supone en sí mismo un delito tipificado en el Código Penal, en el artículo 457, que establece que «quien simule una infracción inexistente, provocando actuaciones procesales, será castigado con la multa de seis a doce meses». Aparte, si se demuestra que el objetivo de la denuncia era defraudar a la empresa aseguradora, el mentiroso puede también ser llevado ante el juez como un presunto estafador.

Un alto porcentaje de los infractores ni siquiera son conscientes de que cometen un delito. Aunque, según la Policía Nacional, por la comisaría han pasado también auténticos profesionales en inventarse robos, agresiones y demás delitos.

Recuerdan, por ejemplo, el caso de una mujer que contaba en su haber con hasta cinco denuncias similares en distintos puntos de España, que coincidían casualmente con el mismo patrón de robo por tirón. Hay personas que, incluso, reconocen haber mentido con éxito varias veces, y que llegan a indignarse al haber sido pillados por una investigación.

mgarcia@lavozdigital.es