Clases entre andamios

Como ya viene siendo habitual, el verano se queda corto para finalizar las obras de construcción o reformas de los centros educativos. El próximo curso la provincia estrenará tres instalaciones totalmente nuevas que ayer visitó el director general del Ente Público de Infraestructuras, Miguel Ángel Serrano, acompañado de la delegada del ramo, Blanca Alcántara.

Uno de los más demandados es el nuevo centro de Educación Especial Virgen de la Esperanza de Algeciras, que sustituirá al antiguo. Esta obra se ha visto afectada en su tramo final por algunas incidencias con la empresa adjudicataria, con lo que, posiblemente, quede algún fleco suelto sin importancia para el inicio del curso. El nuevo edificio ha supuesto una inversión cercana a los tres millones de euros. Justo la mitad ha costado el Colegio Infantil y de Primaria María Coronada de San Roque, donde se ha ejecutado una ampliación y remodelación integral. Contar con este centro ha permitido a los alumnos dejar las aulas prefabricadas donde estaban instalados mientras duraban las obras.

El último centro es el de Camposoto, uno de los más demandados de la zona dada la escasa oferta que existe en esta parte de la ciudad. La inversión ha supuesto 3,48 millones y tiene capacidad para 450 alumnos que podrán disfrutar de unas instalaciones de última generación el próximo curso.

No ha corrido la misma suerte el centro Isla de León, que es una de las infraestructuras más esperadas para San Fernando. A los distintos retrasos y demoras incluso antes de que se iniciara el proyecto se debe añadir un nuevo capítulo la rescisión del contrato con la empresa Begar, encargada de las obras. La constructora ha entrado en un concurso de acreedores en Valladolid y no ejecutado ni el 20% de la actuación.

El problema de todo esto es que la Delegación de Educación debe volver a sacar a licitación la obra, lo que ha obligado a parar los trabajos. No así, su responsable provincial se comprometió ayer a que este trámite estuviera listo en pocas semanas.

Según avanzó, la primera intención era la de poder adelantar el grueso de la obra durante verano para no molestar a los alumnos, algo que no se ha podido hacer ya que el frenazo a la actuación se produjo en junio. El director general del Ente Público de Infraestructuras ya ha manifestado la intención de que en el centro se garantice la seguridad antes del inicio escolar y quiso calmar las posibles dudas de los padres sobre las instalaciones ya que muchos de sus espacios contienen escombros.

En Jerez, cinco colegios comenzarán el nuevo curso en obras o con ellas en el horizonte. En el CEIP Montealegre llevan años esperando a que los albañiles atraviesen la puerta de entrada. La construcción de un aulario para Educación Infantil era tan necesaria que ni las aulas prefabricadas instaladas en el patio para suplir esta carencia eran ya suficientes.

El CEIP Pío XII es otro de los centros escolares en el que los andamios han hecho acto de presencia. Hace unas tres semanas que comenzaron allí las obras de construcción de un salón de actos que la comunidad educativa llevaba meses reclamando. La Consejería de Educación también está acometiendo obras de mejora en el CEIP Tartessos, un centro que ha acogido en los últimos años el exceso de demanda educativa para Infantil de tres años que padece la ciudad.

Trabajos lentos

En el colegio Federico Mayo saben lo que es convivir con las deficiencias de un viejo edificio y ahora les toca hacerlo con los albañiles. Tras una primera fase de obras el curso pasado -ante el deplorable estado que presentaban algunas áreas del centro educativo- la Consejería de Educación ha sacado a licitación las reformas que terminarán de adecentar aulas, tejados, baños y accesos, así como el muro exterior del patio. Otro de los centros escolares que deberá convivir este año con las obras es el colegio del Rancho Colores, el centro provincial de sordos. Allí es más que necesaria una actuación que consolide la estructura, así como la dotación de ciertos servicios como el agua caliente para atender a los más pequeños.