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Karzai adelanta por poco a Abdalá
El escrutinio del 10% de los colegios electorales en Afganistán arroja una ventaja de apenas 10.000 votos para el actual presidente 2009 ya es el año más sangriento para las tropas multinacionales
ENVIADO ESPECIAL. KABUL Actualizado: Guardar«Las elecciones son una especie de teatro en el que la comunidad internacional tira de los hilos y los políticos y pueblo afganos no son más que simples marionetas». Qader Farokh, director del Teatro Nacional de Afganistán, se adelantó a la rueda de prensa en la que los responsables de la Comisión Electoral Independiente anunciaron los primeros resultados oficiales de las elecciones del pasado jueves, que otorgan a Karzai una ligera ventaja sobre su máximo rival Abdalá Abdalá. Con un salón repleto de periodistas, observadores y analistas internacionales, diplomáticos, militares y responsables de los principales candidatos, como público, los responsables del organismo electoral protagonizaron una sesión tan caótica y confusa como todo el proceso electoral de las presidenciales hasta el momento.
Los datos que se han ofrecido en la versión original, en dari, no coincidían con los datos de la traducción en inglés y, para redondear la puesta en escena, tampoco con los números que se mostraban en los gráficos proyectados en dos grandes pantallas. Susurros, protestas, indignación y una llamada a la calma desde el estrado para insistir en que «quien tenga dudas que consulte la página web de la comisión». Todo aclarado.
Tras efectuar el recuento de votos del 10% de los centros electorales -2.697 de los 24.367 colegios-, el actual presidente afgano y que lucha por la reelección, Hamid Karzai, obtiene 212.929 votos (41%), mientras que su oponente Abdalá Abdalá se quedaría en 202.889 (39%). En tercer lugar, a mucha distancia, se sitúa el candidato de la minoría hazara Ramazán Bashardost, con 53.740 votos. Unos números muy parejos que causaron sorpresa tras las repetidas denuncias de fraude por parte del ex ministro de Exteriores que acusa a Hamid Karzai de haber comprado «miles de votos» en el sur y este del país. Horas antes de conocerse los resultados preliminares, Abdalá ofreció precisamente una rueda de prensa para calificar el recuento de «farsa» e insistir en su teoría del «fraude masivo».
Los apenas 10.000 votos de diferencia también sorprendieron debido a las filtraciones por parte del equipo de Karzai, que anunciaban un «setenta por ciento» de los votos a favor del que ha sido cabeza visible del Estado afgano en los últimos ocho años, tal y como apuntó el titular del Ministerio de Economía, Hazrat Omar Zakhilwal, en base a los informes que le han presentado sus observadores sobre los comicios presidenciales del pasado jueves.
Las elecciones del día 20 se han convertido en un tema extremadamente delicado, y los organismos y misiones de observación internacionales miden sus palabras ante las nuevas complicaciones que cada día surgen en torno al recuento y las filtraciones, que son tabú. La Comisión Electoral Independiente no es ajena a la convulsión internacional y, en una decisión poco habitual en un país sometido a un fuerte tutelaje, ofreció los primeros datos oficiales de forma totalmente autónoma. Datos que algunos expertos señalaron «no se pueden considerar casi ni orientativos ya que quedan por incluir provincias enteras y esto cambiará mucho de aquí al final». Entre estas provincias hay que incluir a las más pobladas del sur y este donde más complicado fue votar por la falta de seguridad y desde donde más denuncias de fraude están llegando a los medios.
La batalla militar
El enviado especial de Barack Obama al frente Af-Pak, Richard Holbrooke, restó importancia a las acusaciones de fraude al considerar que éstas forman parte de la «política al estilo afgano», según unas declaraciones efectuadas a la cadena CNN. En un intento por calmar los ánimos, el diplomático estadounidense, muy activo en la última semana, recordó que «no nos debe sorprender que la democracia sea imperfecta» en un país que ha sufrido «dificultades únicas» como Afganistán.
Con sesenta mil hombres desplegados, la mayor parte en la auténtica línea del frente, Washington mira con lupa estas elecciones en las que se está poniendo en juego uno de los pilares de la que se ha convertido en su misión prioritaria en política exterior.
Con la batalla por la instauración de la democracia seriamente afectada por la baja participación y las denuncias de fraude masivo, la batalla militar va incluso peor. Otros cuatro soldados estadounidenses perdieron la vida en el sur del país y ya son 41 los caídos este mes de agosto. 2009 se ha convertido en el año más sangriento para las fuerzas de OTAN, que en lo que llevamos de año han perdido a 295, de ellas 172 bajas americanas, con lo que se superan los 294 muertos de todo el año anterior.
Las cosas no marchan bien y el general Stanley McChristal, mando supremo de la misión de la Alianza del Tratado Norte, reclama a los miembros de la misión el envío urgente de refuerzos para poder hacer frente a una insurgencia cada vez más efectiva.