«Cádiz está infravalorada»
CÁDIZ Actualizado: GuardarSombrero de Panamá, camisa azul, pantalones color marfil y mapa en mano, podría haber pasado por uno de los cientos de extranjeros más o menos estrafalarios que el destino coloca en el cruce de caminos de la terraza de Los Italianos, en la calle Ancha de Cádiz. Pocos se hubieran imaginado que el personaje respondía al nombre de Amin Jaffer y que se trata de uno de los hombres más influyentes en el mercado del arte en el mundo. Nacido en Kigali (Ruanda) en 1968, desde 2007 dirige el área de Arte Asiático de Christie's International y la semana pasada se coló a conocer los rincones artísticos de Cadiz.
-¿Y esta visita? ¿Placer o negocios?
-Estoy pasando unos días de vacaciones en casa de una amiga en Marbella y he aprovechado para llegar hasta aquí. Conocía Cádiz por la Historia, de cuando la pugna española y británica por el dominio de los mares. Siempre supe que había sido una ciudad muy rica y presentía que tenía un patrimonio arquitectónico notable.
-¿Y bien?
-He estado paseando, en el Museo Provincial y en el Oratorio de la Santa Cueva y me ha encantado. De hecho, creo que está infravalorada, porque no entiendo que no sea un lugar más conocido. Me ha sorprendido mucho su arquitectura, sus trabajos de metales en los cierros y balcones. Es una ciudad distinta en una geografía muy peculiar. Verdaderamente encantadora.
-¿Qué pieza le gustaría subastar de lo que ha visto?
-Eso es confidencial, pero me ha impactado la Santa Cueva, con esa arquitectura de pequeña joya, también los Goya y lo que he visto de Zurbarán y Murillo en el Museo. He podido descubrir gracias a mis guías algunas obras de la pintura de 1900 que no conocía.
-China es el nuevo gigante económico. ¿También en el mundo del arte?
-Está creciendo en todas las esferas: social, política y también artística. Es natural querer seguirlo. Todo esto provoca que haya artistas locales con mayor solidez económica y coleccionistas que ayudan también a apreciar ese arte. Muchos creadores están encontrando su sitio en colecciones y subastas en otros países.
-¿Asia está soportando la caída de otros mercados?
-Coleccionistas de todo el mundo
participan en subastas en el mundo, aunque el asiático es un mercado especialmente sólido. Las ventas de Christie's en Hong Kong -la puerta del mercado- han sido muy buenas en los últimos meses.
-¿Qué sería de la obra de arte sin subastas, críticos y todas sus valoraciones económicas?
-No lo sé. Yo siempre recomiendo a la gente que la obra de arte les tiene que decir algo a ellos mismos, más allá de los demás. Que les dé cierto sentido a sus vidas, que les haga felices, en cierta manera. A partir de ahí, lo que es bueno o no y quién lo diga... Es normal que haya un círculo que marque sus criterios para responder a esa pregunta.
-¿Y cuando la motivación de la compra es la evolución del precio de esa obra de arte o lo que cuesta?
-La gente tiene diferentes motivaciones para comprar arte, igual que para comprar una casa, un reloj o un coche. Por lo que les dice a ellos, por lo que quiere que diga de ellos a los demás. Es su elección.
-¿Piensa que la crisis internacional puede forzar el pinchazo de una cierta burbuja del arte?
-El arte de después de la guerra está siendo cada vez más popular, cultural y comercialmente y los mercados han crecido mucho en las últimas décadas. Desde el colapso de los mercados en otoño hemos presenciado la vuelta a las salas de coleccionistas de siempre, donde hemos visto menos compras especulativas. En 2009 hemos tenido seis meses de sólidos resultados en las salas. Hay un aumento de la demanda de artistas más establecidos, sobre todo en algunos de la postguerra, con una reputación asegurada, como ha sucedido con David Hockney y su obra Beverly Hills housewife, que se vendió en 7,9 millones de dólares.
-¿Qué opina de artistas como Damien Hirst?
-Soy un apasionado del Arte con mayúsculas. Quiero decir que no puedo hacer otra cosa que amar cualquier obra de arte de cualquier género, de cualquier época. Damien Hirst era un niño prodigio del movimiento Young British Art en los años 90. Creó obras muy icónicas que impresionaron al mundo. Creo que su éxito tiene que ver con una visión artística fuerte, un punto de vista extremadamente personal y una actitud muy experimental.
Pasión y dinero
-¿El precio lo justifica todo?
-El mercado se basa en el intercambio de obras de arte únicas, con un valor intrínseco real que puede resistir al paso del tiempo. Las obras de arte no se compran puramente por una ganancia financiera. También están la pasión, el deseo y la oportunidad. No obstante, el precio es clave en el mundo de las subastas. Una estimación tentadora y realista anima la actividad y muchas veces lleva a precios altos.
-¿No tiembla cuando subasta una obra de un millón de dólares?
-No me tiemblan las rodillas, no.
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