Muere un traficante de hachís cuando intentaba expulsar las bellotas de su cuerpo

En el mundo del narcotráfico son conocidos como mulas, porque su trabajo no es otro que el de transportar la droga de un lado a otro de la frontera como meros animales de carga. La llevan dentro de su cuerpo, en forma de bellotas de hachís recubiertas de plástico, tragadas una a una antes de emprender el viaje.

Cuantas más bellotas, mejor negocio. Aunque también aumenta con ello el ya de por sí altísimo riesgo que acompaña a este tipo de narcotráfico, en el que una leve rotura en el envoltorio de una bellota puede provocar una sobredosis mortal. El sábado, este trágico supuesto acabó con la vida de una de estas mulas mientras intentaba expulsar la mercancía que se había tragado en Ceuta. Respondía a las siglas A. T. M. y llevaba varios días intentando devolver la carga en su domicilio de Chiclana. Sin embargo, el proceso se complicó, según los familiares de la víctima, cuando comenzó a dolerle gravemente el estómago y a tener dificultad para expeler las bellotas. Intentaron solucionarlo por sus propios medios con varios enemas, pero el esfuerzo fue en vano. Finalmente el sábado, cuando el traficante ya estaba inconsciente, los familiares alertaron a los servicios sanitarios, que ya no pudieron hacer nada por su vida.

En un primer momento fue alertada la Policía Local de Chiclana, que puso el caso en manos de la Guardia Civil cuando se comprobó que se trataba de delitos relacionados con el narcotráfico. Durante la investigación de los hechos agentes de este cuerpo descubrieron que el fallecido contaba con dos colaboradores más, J. G. G. y D. R. G., también dedicados al tráfico de hachís y que fueron detenidos el lunes como presuntos autores de un delito contra la salud pública.