Agentes recogen parte del material localizado en uno de los 'zulos' etarras. / AFP
ESPAÑA

La Policía ha intervenido a ETA más de una tonelada de explosivos desde enero

La última operación ha reventado el suministro de material de la banda, entre el que había siete bombas lapa listas para atentar

COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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Las operaciones policiales contra la estructura logística de ETA han permitido intervenir en lo que va de año más de una tonelada de explosivos en una decena de depósitos. Sólo en el último golpe a la banda terrorista, que permitió el miércoles la detención en los Alpes franceses de tres responsables de suministrar material criminal a los comandos, se incautaron cerca de 500 kilos en siete zulos, una cifra que podría incrementarse, ya que la investigación sigue abierta.

Desde enero, además, se ha interceptado 30 armas cortas (pistolas y revólveres), un subfusil y más de 5.000 cartuchos, así como numeroso material electrónico con el que se podrían haber fabricado decenas de artefactos de todo tipo y abundante documentación con instrucciones sobre armas y explosivos, según el Ministerio del Interior.

El desmantelamiento de buena parte de la estructura logística ha venido acompañado de la detención de 62 presuntos integrantes o colaboradores de ETA en estos casi ocho meses. Las fuerzas de seguridad destacaron la relevante caída en Francia de Jurdan Martitegui, supuesto responsable del aparato militar de la banda tras los arrestos a finales de 2008, y en menos de unes, de Garikoitz Azpiazu, Txeroki, y de su sustituto, Aitzol Iriondo.

Junto a ellos han caído Itziar Plaza, Iurgi Garitagoitia y Asier Borrero, que ocupaban un destacado papel en la logística etarra y que, cuando fueron atrapados, portaban material para la construcción de zulos. A estos les sustituyeron los últimos arrestados: Aitzol Etxaburu, Andoni Sarasola y Alberto Machain. Los tres fueron trasladados ayer a París para ser interrogados por la juez antiterrorista Laurence Le Vert, que les informará de los delitos que se les imputa.

Policía, Guardia Civil y fuerzas de seguridad francesas llevaban semanas siguiendo el rastro de estos presuntos terroristas. De ahí que su detención destapara en cadena siete arsenales donde la banda escondía casi 500 kilos de explosivos, más de 500 metros de cordón detonante, 17 armas cortas, más de 4.500 cartuchos, 138 detonadores y siete bombas lapa preparadas y a falta de explosivo, según fuentes policiales.

Este material se une al hallado en abril en Grenoble, en los Alpes franceses, donde ETA escondía en un garaje más de 500 kilos de nitrato amónico y polo de aluminio para preparar explosivos; en junio en Pinderes, a 70 kilómetros al noreste de Toulouse, lo que permitió incautar 150 kilos de nitrometano, cloratita y polvo de aluminio, cordón detonante, una bomba lapa, temporizadores, 12 armas y 650 cartuchos; y días después en Castelnau-de-Montmiral, cerca de Pinderes, con más de un centenar de detonadores.

En España, la Policía halló en junio material explosivo tras la detención de un comando de legales en Guipúzcoa «que estaba listo para matar», según reveló entonces la Policía. También en junio apareció un zulo en unas obras en Cercedilla (Madrid) y en enero se hallaron 15 kilos de dinamita Titadyne en Zegama (Guipúzcoa).