La revolución del AVE
Colectivos empresariales, sociales y políticos auguran que la llegada de la Alta Velocidad permitirá a la provincia romper con su atraso económico
CÁDIZ Actualizado: GuardarLa llegada de la alta velocidad a la provincia abre todo un abanico de posibilidades que podrían llegar al calor de la celebración del Bicentenario. Éste es el horizonte que prometiera el miércoles, en su primera visita oficial, el ministro José Blanco junto con el compromiso de poner a Cádiz a tres horas y cuarto de Madrid y a 55 minutos de Sevilla.
Mientras avanzan las obras, ayuntamientos, empresarios y colectivos sociales cruzan los dedos para que todo esté listo en plazo. Por lo pronto se opta por el optimismo. El acondicionamiento de la red para el tramo que une Jerez con la capital va según lo previsto, así como el soterramiento de Puerto Real y las actuaciones en El Puerto y San Fernando. La mayor preocupación se encuentra en el trayecto Jerez-Utrera-Dos Hermanas que aún está pendiente de presupuesto, comprometido para el próximo año.
Obras al margen, la oportunidad de un tren de gran capacidad supone un verdadero revulsivo para el turismo y el desarrollo empresarial de la provincia. La salida de un retraso económico endémico, la explotación de la segunda línea de playa o el fin de la estacionalidad turística forman ya parte de la nueva imagen de territorio que comienza a formarse al amparo de la Alta Velocidad.
La oportunidad perdida
La alcaldesa gaditana, Teófila Martínez, se muestra convencida de que la nueva infraestructura pone a la Bahía al mismo nivel que otras grandes áreas metropolitanas. Pero llega tarde. «Si se hubieran cumplido las previsiones de 2004 ahora ya estarían circulando los trenes». En este retraso ve una oportunidad perdida para haber encarado la crisis con mejores armas. Dada la situación actual, hacer coincidir la llegada del AVE con el Bicentenario supone, no obstante, un importante reclamo para atraer visitantes e inversores. «Sin duda nos va a reportar grandes beneficios y nos permitirá una mejora de la capacidad económica», insiste la regidora.
Sobre los accesos, tanto a la capital como al resto de la Bahía, Martínez recalca que «no tiene sentido hablar ya de aislamiento geográfico». Con la red de carreteras, la de cercanías y la proximidad con los aeropuertos de Jerez y Sevilla «nadie puede dudar de eso». Pero considera que las comunicaciones no estarán al día hasta que no se complete la conexión de AVE con Algeciras.
La guerra de las paradas será el próximo debate en torno a la modernización ferroviaria. El Puerto va a reivindicar la suya amparándose en que «tiene la estación con mayor tránsito de viajeros». Así lo considera su alcalde, Enrique Moresco (PP), que habla de la situación estratégica de la localidad y de las posibilidades que le brindaría contar con un tren rápido. No así, lamenta que el proyecto de la provincia contemple locomotoras de «altas prestaciones, pero no de Alta Velocidad».
Además de las oportunidades futuras, la construcción de esta infraestructura supondrá una fuente de empleo en uno de los sectores más castigados por la crisis. Además, supondrá un revulsivo para reactivar la segunda línea de playa, tal como plantea el promotor gaditano Manuel García. No así, el empresario recalca que «en Cádiz no faltan compradores, sino apoyos económicos».
Estacionalidad cero
Sin duda, uno de los sectores que experimentará una mayor transformación será el turístico. Hasta ahora el caballo de batalla de la provincia es la estacionalidad a la que está sujeto el segmento de sol y playa. El presidente de la patronal hotelera, Antonio Real ve en la infraestructura del AVE la ocasión de vencer este problema. Asegura que «ya se ha notado con la llegada del tren Alvia que ha sido un espaldarazo para la provincia, reducir aún más las distancias será una revolución».
Sobre la posibilidad de ampliar la planta hotelera de la provincia prefiere esperar a ver qué da de sí la demanda. «Hasta ahora resulta suficiente, contamos con un buen nivel de ocupación. Ya se verá con el tiempo si hay que iniciar nuevos proyectos», aclara. El responsable de la asociación de hostelería Horeca, Antonio de María Ceballos, mide su optimismo y asegura que «la estacionalidad no se puede combatir sólo con una red de AVE». A su juicio, los trenes no cuentan con tanta capacidad como para traer a miles de turistas cada fin de semana y, de ser así, «sólo tendría efecto en las ciudades que haga parada». En lo que respecta a su sector, considera que «no habrá un cambio sustancial, sólo contará con un servicio más».
Donde estarán atentas las miradas será en el tránsito de visitantes del Palacio de Congresos de Cádiz. Su director, Carlos García Espinosa, no duda de que la Alta Velocidad reactivará el turismo de negocios. «Cuando se celebra una cita multitudinaria nunca se buscan destinos a más de tres o cuatro horas de la ciudad de origen y estar a menos de ese tiempo de un gran núcleo como Madrid es un lujo». García Espinosa insiste en que para acompañar a la nueva infraestructura será necesario una renovación de los servicios de hotel, hostelería y ocio. «Aún es pronto para valorarlo, pero es posible que la oferta de la provincia se quede pequeña si no se avanza en estos años».
La oportunidad es segura. El presidente del Colegio de Economistas de Cádiz, Javier Fernández, habla incluso de la posibilidad de aumento de la población en la provincia, al acercarla a grandes ciudades como Sevilla. «Es una perspectiva distinta que da de sí para mantener un flujo de negocios, trabajadores y visitantes», recalca, pero ve como el principal afectado al Aeropuerto de Jerez. Hasta entonces tocará esperar con la flota actual.