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El Vaporcito lanza el último SOS

J. landi cádiz |
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La teoría de los vasos comunicantes. Pero llenos de agua salada. Si una nueva forma de transporte marítimo crece y se consolida, la otra, la tradicional, va a menos. El Vaporcito del Puerto, el barco más cantado de la Bahía ha lanzado su último mensaje de SOS. No hay botella en el mar, pero el escrito está claro: «No llegamos a 2012», repite cada vez que tiene ocasión Andrés Fernández, gerente de Motonaves Adriano.

El responsable de la histórica empresa, protegida como patrimonio cultural por la Junta de Andalucía, asegura que el incremento de los costes y la aparición de la competencia del catamarán pueden suponer la puntilla «que nos hunda definitivamente».

Cuestión de competencia

El Vaporcito ha ejercido, desde hace más de medio siglo, el transporte turístico a través de la Bahía. También tuvo su origen, como el moderno catamarán, como medio dirigido a los trabajadores. Pero la curiosidad de los visitantes y su encanto histórico lo convirtieron en una atracción.

Ahora, esa misma transformación la está protagonizando la flota de modernos catamaranes de la Junta de Andalucía.

Los responsables del viejo vapor calculan que las nuevas naves, más rápidas y cómodas, le han podido restar hasta «el 60% de pasajeros al año».

Hace un lustro que entraron en funcionamiento. «Si el número de usuarios sigue como hasta ahora y no llegan más ayudas, no podremos llegar a 2012, El Vaporcito se acabará antes». Es la conclusión que Fernández desde hace varios meses.

Las ayudas institucionales no alcanzan. Entre los ayuntamientos de El Puerto y Cádiz, contribuyen con 42.000 euros anuales. La Oficina del Bicentenario de la Diputación ha renovado un programa de visitas teatralizadas que supone otros 30.000. Acaba el próximo septiembre.

Varias instituciones y colectivos sociales gaditanos están por la labor de mantener El Vaporcito a flote, pero ni aún así cuadran las cuentas.

Para que fuera rentable, cada viaje tendría que ir completo y demasiados días, lejos del verano, no cubre ni la mitad del pasaje.