En busca de una «solución definitiva»

Dos minutos de viaje en autobús dan para mucho. Es el tiempo en que coincidieron ayer la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, y el ministro de Fomento, José Blanco, en el minibús que los trasladó desde la estación de trenes hasta las obras del segundo puente, junto al barrio de Astilleros.

El trayecto era brevísimo, pero a la alcaldesa le dio tiempo para pedir al ministro una solución a la polémica de la rotonda del segundo puente. Y a José Blanco para proponer una reunión entre el Director General de Carreteras y el concejal de Urbanismo en Cádiz, Ignacio Romaní, con el que poder llegar a un acuerdo consensuado y «buscar una solución definitiva» a la última polémica sobre el puente.

La rotonda -que servirá de entronque del puente con la ciudad- enfrentó al Ayuntamiento y a Fomento el pasado mes de abril. Ya que el Gobierno municipal se opone al diseño ministerial, que prevé una glorieta elevada y un túnel subterráneo para los vehículos.

En su lugar, propone una glorieta en cota cero y regulada con semáforos. A finales de julio, Teófila Martínez presentó una maqueta a escala con la que intentó convencer a los vecinos de los barrios afectados de los inconvenientes de la propuesta de Fomento. Incluso amenazó con paralizar la construcción, si el Ministerio no cedía a sus exigencias.

Las aguas, sin embargo, volvieron ayer a su cauce en la minicumbre del autobús, en la que la alcaldesa y el ministro apelaron a la «cooperación» y acordaron la reunión entre instituciones

Obviamente, aún no hay fecha para este encuentro, aunque José Blanco insinuó que podría tener lugar en septiembre.

Durante los últimos meses ha habido encuentros constantes entre los técnicos del Ayuntamiento y los del Ministerio de Fomento, pero sin éxito. Por eso Martínez guardaba «muchas esperanzas» en que la nueva reunión -de tintes más políticos- desbloquee la polémica en torno a la glorieta.