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Siete trasplantes de rostro preceden a esta arriesgada operación
Actualizado: GuardarIsabelle Dinoire fue desfigurada por su perro, que la encontró desvanecida y trató de despertarla a dentelladas. Fue la primera receptora de un nuevo rostro en una larga y novedosa intervención en 2005. Se le trasplantó un triángulo facial formado por la nariz, la boca y el mentón de una fallecida. Dinoire fue una pionera, que no se echó atrás a la hora de dar la cara ante la opinión pública. En su primera comparecencia tras la operación sorprendió a todos leyendo una nota con apenas un hilo de voz y bebiendo un vaso de agua, un acto cotidiano que para los cirujanos confirmaba el éxito de «un trabajo casi milagroso».
La operación de Dinoire, de 38 años, se realizó en Amiens. La mujer había intentado suicidarse con una sobredosis de pastillas y su perra Tania, una labrador negra de tres años, la desfiguró a mordiscos para reanimarla. La piel, los músculos menores del rostro y las arterias y vasos fueron conectados a las suyas propias. A pesar del elevado riesgo «médico y psicológico» del peligro de rechazo «a corto y largo plazo» y de las complicaciones de toda cirugía mayor, «sumadas a las de carácter ético y psicológico», la intervención fue un éxito.
A esta operación le siguió la de Li Guoxing, un cazador chino de 30 años, que fue la segunda persona que recibió un trasplante de cara -en marzo de 2006-, después de que un oso se la desfigurara. Poco después, en enero de 2007, el cirujano francés Laurent Lantieri realizaba el tercer trasplante de cara de la historia. En esta ocasión el paciente fue Pascal Coler, un varón de 29 años afectado por un tumor de origen genético (la enfermedad de Von Recklinghausen), que le convirtió en un hombre elefante.
El nuevo rostro de Connie Culp también sorprendió al mundo. Un disparo a bocajarro por parte de su marido destrozó la cara de esta estadounidense. Su nariz, pómulos y mandíbula habían quedado reducidos a una masa informe, por lo que le resultaba totalmente imposible ver, oler y sonreír. No obstante, en 2008 y tras 30 operaciones, mostró ante los medios su nueva cara.
En marzo del pasado año, el mismo equipo de Lantieri realizaba en un hospital de Créteil un trasplante de cara a un hombre de 28 años, en la tercera operación de este tipo llevada a cabo en Francia y la quinta en todo el mundo. Hay constancia de otros dos implantes faciales en Estados Unidos y Francia, pero no se dieron a conocer detalles ni de las intervenciones ni de los pacientes, que exigieron salvaguardar su intimidad.