El Ejecutivo reta a los populares a que desvelen los nombres de los espiados
| COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarEl Gobierno alimentó ayer la controversia sobre el supuesto espionaje a dirigentes del PP y retó al partido opositor a que proporcione «los nombres y apellidos» de las personas que han sufrido las presuntas escuchas ilegales. El vicepresidente tercero, Manuel Chaves, advirtió de que si la respuesta es el silencio será incuestionable que los populares son «los grandes mentirosos de la política». El Ejecutivo ha decidido no asistir impasible a las imputaciones de espionaje y dio un paso al frente. Chaves y el ministro de Fomento, José Blanco, fueron los encargados de cargar en perfecta sintonía contra el PP. Los dos coincidieron en afirmar que el objetivo de las acusaciones es «amedrentar» a jueces, fiscales y policías en sus investigaciones sobre los casos de presunta corrupción que afectan a los opositores y a la vez «tapar» y «desviar la atención» de todo lo que suene a trama Gürtel.
El vicepresidente tercero sostuvo que al expandir las sospechas sobre las actuaciones de la judicatura y las fuerzas de seguridad buscan «la impunidad» de los dirigentes del PP imputados o investigados por sus vínculos con la red corrupta que tenía como cabecilla Francisco Correa. El partido opositor, en aras de lograr ese propósito, no ha tenido reparo, manifestó Chaves en RNE, en incurrir en «una gran irresponsabilidad» al colocar en tela de juicio el papel de instituciones fundamentales para el Estado de Derecho.
El titular de Fomento empleó el mismo discurso y hasta las mismas palabras que su compañero de Consejo de Ministros, y sostuvo que el PP trata de «desviar la atención y ocultar sus responsabilidades» con las acusaciones de espionaje. «España no se merece una oposición como la del PP», comentó Blanco en un remedo de las palabras de Alfredo Pérez Rubalcaba tras los atentados del 11-M al valorar el comportamiento del Gobierno de Aznar en aquellos momentos. El ministro lamentó que el partido opositor, «llamado a gobernar España» en el futuro, desarrolle la estrategia de «amedrentar a la justicia buscando la impunidad». Blanco señaló después de inaugurar unas instalaciones ferroviarias en Asturias que no es de recibo que el PP se apunte a la teoría de que el Estado de Derecho «tiene que funcionar para todos» excepto para él.