MUNDO

El voto imposible

La falta de seguridad obligará a cerrar veintiséis colegios electorales en la provincia controlada por el Ejército español

| KABUL Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La Comisión Electoral Independiente apura hasta el último momento las posibilidades de cierre de un buen número de colegios a lo largo de Afganistán por la falta de medidas de seguridad mínimas y por problemas logísticos para poder llevar hasta allí el material electoral. En la provincia de Bagdhis, donde España lidera el Equipo de Reconstrucción Provincial, 26 de los 189 centros no abrirán sus puertas si en las próximas 48 horas no se produce «un milagro», según fuentes electorales consultadas.

El protocolo establece que cada lugar destinado al voto esté protegido por un triple anillo de seguridad formado por cuatro, seis o diez policías en función del grado de peligro en la zona. A un kilómetro de distancia se situarán los efectivos del Ejército Nacional Afgano y a cuatro, soldados de las fuerzas internacionales. En otros, las autoridades recurrirán directamente a milicias locales, que bajo el nombre de policía auxiliar, serán las responsables de estar junto a las urnas, lo que supone toda una garantía de fraude, según los expertos. El número más importante de estas fuerzas estará operativo en las provincias sureñas de Paktia, Paktika y Khost, donde el Consejo de Solidaridad Tribal ha anunciado la presencia de «dos mil hombres voluntarios y armados».

La Unión Europea ha enviado a 110 profesionales -cuatro de ellos españoles- a seguir el proceso electoral afgano, con un cuartel general situado en el hotel Intercontinental de Kabul. Llegaron el 25 de junio y su estancia se alargará en función de que sea necesaria o no una segunda vuelta. De momento han podido visitar 27 provincias. Sólo se les resisten siete, entre ellas Bagdhis, donde la anunciada tregua con los talibanes no parece haberse consolidado por el momento.

La experta electoral María Espinosa, con más de 20 misiones en su carrera, asegura que se trata de «la operación más complicada a nivel logístico y de seguridad» de las que se han realizado.