Heliópolis mantiene su filón

De un tiempo a esta parte, la provincia gaditana es una de las principales factorías de las que se ha nutrido el Betis para confeccionar sus escalafones inferiores. No hay más que echar un vistazo a las últimas plantillas heliopolitanas para contemplar el alto número de futbolistas llegados desde esta zona de Andalucía.

Sin ir más lejos, en poco más de una década han sido numerosos los gaditanos que han defendido la casaca verdiblanca. De hecho, por la Ciudad Deportiva de Los Bermejales han pasado jugadores como los portuenses José Manuel Pinto y Joaquín, el isleño Tati Maldonado, los roteños Pablo Niño y Juanjo Cañas, el linense Juan Merino (actual segundo entrenador del primer conjunto bético) o el gaditano Juanito, hasta esta última temporada capitán del equipo y actualmente en las filas del Atlético de Madrid, entre otros. Una interminable lista que tiene visos de continuar en las próximas fechas, pues a los jugadores de la provincia de Cádiz que permanecen en la primera plantilla (el barbateño Melli y el roteño José Alberto Cañas -primo de Juanjo Cañas) se le podrían unir varios más con el transcurso de los años.

Trabajo de formación

Buena culpa del interés que despierta la cantera gaditana en el club bético la tienen sus informadores. Entre ellos se puede destacar a Eduardo Méndez, un ex futbolista sevillano que, por causas del destino, acabó instalándose en El Puerto de Santa María. Y es que, Betis, Calvo Sotelo (actual UD Puertollano) y Valladolid engalanaron su trayectoria deportiva antes de recalar en el Racing Portuense, club que acabó haciéndose con sus servicios. «Por aquel entonces, decidí quedarme en El Puerto, pues aquí encontré a la que es actualmente mi esposa. Desde ese momento, siempre me ha servido como estímulo buscar jugadores con proyección para que puedan dar el salto», afirma el propio Méndez.

Sin lugar a dudas, una gratificante labor que ha seguido a lo largo de los últimos 15 años. «Son muchos los jóvenes que han probado en el Betis a lo largo de todo este tiempo. En Heliópolis suelen fijarse bastante en esta zona para formar su cantera, a diferencia de otros clubes como el Sevilla, que suelen centrarse más en la provincia onubense, en Córdoba o, si me apuras, en Málaga».

Ahora bien, pese a la buena sintonía que mantiene con Miguel Valenzuela, coordinador de la cantera bética, Eduardo Méndez ha decidido dejar aparcada su vinculación con la entidad hispalense. «Tras 15 años colaborando sin nada a cambio, creo que es el momento de mantenerme al margen. Bien es cierto que con Miguel Valenzuela y Momparlet, director deportivo verdiblanco, tengo muy buenas relaciones y ellos confían plenamente en mi labor, pero creo que, por ahora, se ha cerrado una etapa».

Curiosamente, poco antes de desvincularse del club bético, Eduardo Méndez ha posibilitado la llegada de dos nuevos valores. Por una parte, el lateral diestro Isaac, que llega al Cadete verdiblanco procedente de SAFA, mientras que también ha encauzado la aventura heliopolitana el jugador Antonio, que llega tras recalar en las categorías inferiores del Cádiz y en el porteño CD Los Frailes. «Ellos han sido los últimos en llegar. Tal y como suele ser habitual, llegan a final de temporada para entrenar entre una semana y diez días en la Ciudad Deportiva y, posteriormente, disputan algún torneo. Así han probado fortuna varios, y las opciones de éxito han sido realmente notorias», destacó el hasta hace escasas fechas colaborador del club sevillano y, en su momento, informador del Barcelona en esta zona.

La joya de la corona

A lo largo de todo este tiempo, varios han sido los futbolistas que han sido ofrecidos por Eduardo Méndez, pero entre ellos, y hasta la fecha, destaca uno por encima del resto. Se trata del extremo Joaquín, internacional con España y campeón de dos Copas del Rey con Betis y Valencia, entre otros éxitos. Sobre su llegada al Betis, Méndez recuerda: «Él jugaba como mediocentro en Los Frailes. Sin embargo,Valenzuelo utilizó como extremo, demarcación donde ha despuntado».

Ahora bien, no fue el único jugador que llegó de su mano a la entidad bética, pues tal y como recuerda el ex futbolista hispalense: «Su hermano Ricardo fue un año antes junto a Salguero, que posteriormente jugó en el Cádiz. Sin embargo, a este último no le respetaron las lesiones y vio truncada su carrera».

Tampoco quiso olvidarse de otro ex bético como Pinto, del que señaló: «Es un meta de auténticas garantías y el ejemplo está en los logros que cosechó con el Barça durante la última temporada».

A fin de cuentas, la cantera gaditana, una auténtica mina de la que el Betis no quiere desprenderse.