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La crisis silencia la música en directoPromoción ineficaz
Los Ayuntamientos han recortado drásticamente las partidas dedicadas a las actuaciones y a los espectáculos musicales para este verano
| COLPISA. MADRID COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarLa música en directo no pasa por su mejor momento. Los conciertos congregan cada vez a menos asistentes y en muchos municipios las fiestas de este verano se presentan descafeinadas y en algunos casos más cortas de lo normal. ¿La razón? La temida y voraz crisis.
Los consistorios cierran los festejos más difíciles de los últimos años. La austeridad se impone mientras que las promotoras de artistas que tiemblan ante lo que se les viene. «Estamos notando claramente la falta de liquidez», asegura un portavoz de la promotora Get In -que lleva artistas como El sueño de Morfeo o Coti-. Y no le falta razón, ya que en algunos casos el recorte llega hasta el 70%.
Un claro ejemplo se puede encontrar en el Ayuntamiento de Málaga, que sin miramientos ha decidido recortar 400.000 euros del presupuesto dedicado a las actuaciones y espectáculos musicales de este verano. Las consecuencias son evidentes. Si hace dos años la partida dedicada a este tipo de eventos alcanzaba a contratar a un grupo considerado de primera fila como El sueño de Morfeo, ahora el mismo consistorio se tiene que conformar con uno de tercera y si tiene suerte -y sus arcas han resistido al envite de la crisis- con uno de segunda-.
«El artista que va bien no tiene problemas porque en cuanto se intenta regatear con el precio se planta y rompe las negociaciones, pero los que no van tan bien sufren mucho y los representantes nos las vemos y nos las deseamos para cerrar acuerdos», explica resignada la promotora
En ocasiones son los músicos los que se tienen que apretar el cinturón. «Nos están llegando muchos ofrecimientos este verano», admiten desde el Ayuntamiento de Parla.
El caché por actuar se vuelve más negociable que nunca. Es el caso de El Canto del loco que este verano girará poco y más barato, ya que de cobrar cerca de 80.000 euros pasarán a embolsarse 50.000 euros. Una sensible rebaja acorde con los tiempos que corren.
Otras veces es la producción la que sale mermada. Se acaba asistiendo a un espectáculo muy distinto a como en un principio había sido ideado. «El problema es que los Ayuntamientos queriendo pagar menos al final contratan mal y a última hora», sentencian desde Get In. «Y a veces ni siquiera nos pagan», se quejan desde la empresa.
Excepciones
Grupos como Extremoduro o Fito se salen de la norma. Para ellos, la rentabilidad está en la autogestión. En este caso el ayuntamiento pasa a ser únicamente un intermediario al ceder el espacio para el concierto, siendo otras las empresas las que se encargan de organizarlo.
«Los artistas funcionan cada vez más como empresas», asegura Daniel Mejías, miembro de la agencia de comunicación Stage Entertaintment, poniendo así de relieve una tendencia cada vez más extendida en la música. Y es que últimamente todo parece insuficiente para atraer la atención de la gente hacia este tipo de eventos y sacar rentabilidad de ello. Tanto es así que los efectos de la recesión han pasado factura a figuras de la talla de Bruce Springsteen o Madonna que, en sus visitas a nuestro país, no han conseguido agotar el papel en sus respectivos conciertos.
Madonna en rebajas
Quizá el caso más claro sea el de la ambición rubia, que para su actuación en Zaragoza de hace casi quince días no llegó a vender ni la mitad del aforo.
Fueron 20.000 las entradas vendidas a una semana de la gran cita musical aunque la organización del evento decidió a última hora ofrecer descuentos -algunos llegaban hasta el 60%- para evitar el desastre y llenar la gran cantidad de huecos del recinto ferial de Zaragoza.
El consistorio habría pagado cerca de 200.000 euros a la promotora Music Community para la organización de un evento, que no ha sido todo lo rentable que pretendía.
Los precios abusivos de los tickets tampoco ayudaron mucho a colgar el cartel de «no hay entradas». En el caso de Madonna rondaban los 80 euros y en el de Springsteen, 75 euros.
Un desembolso que no todos sus fieles pudieron hacer frente en estos momentos de fragilidad económica.
La promoción nunca se ha mostrado tan ineficaz y eso que cada vez es más nutrida y novedosa. Las redes sociales van comiendo terreno a las vías tradicionales -carteles, anuncios en prensa, radio y televisión-. Los jóvenes son un segmento de público muy jugoso y es a ellos a quienes van dirigidos la mayoría de mensajes.
Facebook o Myspace sirven, además de para comunicarse con los amigos, para hacer llegar anuncios a mansalva de eventos musicales. Algunos de ellos gratuitos, como el que hace pocos meses lanzó Myspace para conmemorar su segundo aniversario y que tuvo como cabezas de cartel a grupos indies como los suecos Mando Diao o los madrileños Vetusta Morla. Pero los conciertos gratuitos no son representativos en estos tiempos. Las previsiones resultan desesperanzadoras para el año que viene. «Hasta 2011 no se espera que la industria remonte», se asegura desde el sector.