Tensa calma y tranquilidad en la segunda base de operaciones
| MADRIDActualizado:«Dos disparos en dos meses». Es la frase que más repiten los soldados españoles destinados en uno de los puntos más polvorientos y ventosos de todo Afganistán: Qala-i-Naw.
En este punto del oeste del país, rodeado de abruptas colinas, las tropas españolas se integran en un Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT, en sus siglas en inglés), una base avanzada que intenta devolver a la edad moderna a esta atrasada ciudad, donde al menos reina la tranquilidad.
Los soldados españoles, que pertenecientes en su mayoría a la Brigada de Infantería Ligera de Canarias, no han tenido muchos problemas desde su llegada. Sin embargo, con la cercanía de los comicios también están más inquietos.
Los responsables del acuartelamiento han ordenado extremar la seguridad, porque son conscientes de la encarnizada lucha que mantiene los soldados estadounidenses y afganos con la insurgencia cientos de kilómetros más al sur.
Saben que la calma de los últimos meses se puede romper, ya que la constitución afgana prevé que haya segunda vuelta en caso de que en la primera ningún candidato saque la mitad más uno de los votos. Los «dos tiros en dos meses» se pueden acabar pronto, cuenta Juan, un soldado tinerfeño que mira de reojo una noticia de la enésima operación militar contra los talibanes. «Lo único que me consuela es que el sur están bastante peor que aquí. Todos los días cae uno», reconoce al pensar en la región bajo control de EE UU, que no pasa una jornada sin anotar un nuevo nombre en sus estadillos de bajas.