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«Lo de Jarque no se puede evitar»
Fabián Belmonte, médico del Xerez, habla sobre el estudio de la muerte súbita en el mundo del fútbol.
JEREZ Actualizado: GuardarEl pasado ocho de agosto el corazón del fútbol volvió a romperse. Con la imagen de Antonio Puerta aún en la retina, Daniel Jarque futbolista y capitán del Espanyol, fallecía repentinamente en la soledad de su habitación debido a un fallo cardíaco. El fantasma de la muerte súbita azotaba el mundo del deporte de nuevo y se abría el debate. ¿Se puede no evitar, sino prevenir este tipo de casos que comienzan a ser frecuentes en el deporte? De cada 200.000 atletas, 1.000 padecen miocardiopatía hipertrófica; de éstos, diez sufren un alto riesgo de muerte súbita. Los estudios sobre la muerte súbita y las múltiples enfermedades que generan tal fallecimiento ya han llegado de lleno al fútbol. Uno de ellos, pionero, se llevó a cabo con futbolistas del Xerez y del Cádiz durante la pasada temporada, un estudio «que en el mundo no se ha hecho nadie», corrobora Fabián Belmonte, jefe de los servicios médicos del Xerez.
Unas pruebas que servían para medir el grado de riesgo, aunque como bien precisa el galeno azulino, «lo de Dani Jarque es muy difícil de evitar, porque, incluso con los test genéticos, no se barre el cien por cien de los casos». A los jugadores se les estudiaron cuatro enfermedades predisponentes de muerte súbitas (Miocardiopatía hipertrófica. Miocardiopatía dilatada, Displaxia arritmogénica del ventrículo derecho, Miocardiopatía no compactada), a través de diversas pruebas (Historia clínica, electrocardiograma, pruebas de esfuerzo, resonancia magnética cardíaca, hemograma, bioquímica, estudio de lípidos plasmáticos y un test genético), aunque Belmonte aclara que «a la gente que puede desarrollar estas enfermedades se le aparecen la mutación de unos determinados genes, pero no en todos los casos en los que hay enfermedad aparecen estas mutaciones, por lo tanto puede dar negativo en un test genético pero no te excluye de sufrir esa enfermedad». Es decir, «que con los avances que hay hoy, puedes tener un tanto por ciento de no padecerla, aunque siempre queda un porcentaje amplio de posibilidades».
Es por ello que el médico xerecista entienda que prevenir la muerte súbita «es imposible. Habría que hacer una resonancia cada mes. Puede resultar que des con ella, pero es muy difícil. En el tema de Jarque incluso se barajaba la posibilidad de que fuera una cardiopatía adquirida por un virus, pero es que pueden ser tantas las causas».
Volviendo al estudio, 17 jugadores mostraban electrocardiogramas anormales: «Los hallazgos de los electrocardiogramas son normales y compatibles para la práctica del ejercicio, pero con hallazgos compatibles del Corazón del deportista». Además, se detectaron alteraciones en la repolarización, «una variante de la anormalidad que se observa en deportistas de élite».
Es decir, que los jugadores expuestos a estas pruebas no dieron positivo «para ninguna de las enfermedades estudiadas predisponentes de muerte súbita», siendo la hipertrofia cardíaca una de las enfermedades con mayores posibilidades de sufrir una muerte súbita.