La chapuza de Costa Ballena
Actualizado:I ndignación, incompetencia y rabia son las tres palabras que definen la situación que se vive en Costa Ballena desde hace un par de semanas y que se repite cada año por estas mismas fechas. Pero todo tiene un límite y en esta ocasión ya se ha rebasado el techo de la paciencia. Los vecinos de la urbanización roteña no tienen agua y pasan el verano pendientes de un hilo por culpa de las restricciones. Mientras la indignación aflora, los políticos tratan de echarse la culpa unos a otros por el alto grado de incompetencia al que se ha llegado y que muestran con sus declaraciones.
El problema de Costa Ballena es un error de cálculo que salpica a las dos administraciones, a la Junta y, en mayor parte, al Ayuntamiento de Rota, encargado de aprobar el planeamiento de la urbanización y de conceder, al mismo tiempo, las licencias de obras. La red de agua de Costa Ballena se ha quedado pequeña para abastecer a una población que supera en verano las 40.000 personas. Un solo depósito se encarga de distribuir los recursos hídricos a un complejo turístico de 5.000 viviendas y cuatro hoteles, diseñado hace diez años para ser la joya de la corona de la costa Noroeste. La chapuza es manifiesta, pero nadie asume el error. Al contrario, los reproches tratan sin éxito de apagar una realidad que exige dimisiones políticas. Recuerdo ahora las polémicas vividas en otros municipios a la hora de proyectar una circunvalación. Mientras los ingenieros se afanaban en demostrar que lo razonable es abrir una carretera con un mínimo de tres carriles en cada sentido, el político de turno era más partidario de dos por el impacto vecinal y el ahorro de costes. Sin embargo, ese ahorro, al final, es una sangría porque la carretera de dos carriles se tendrá que ampliar a tres en un futuro para absorber el tráfico. El alcalde de Rota, Lorenzo Sánchez, de Roteños Unidos, no ha dado la cara todavía en una de las crisis más importantes que sufre su municipio. El marrón se lo está comiendo su concejal delegado, Jesús Manuel Corrales, que se ha visto desbordado por los acontecimientos y es incapaz de controlar el fuego de rabia que ha prendido en la urbanización. Corrales, a falta del amparo de su alcalde, ha orientado su discurso en reprobar el trabajo de la Junta y en culpar a sus responsables del problema. Error. El consistorio roteño es el máximo responsable de la ordenación territorial y de que sus espacios tengan infraestructuras y equipamientos porque la contraprestación con los vecinos viene luego, es decir, a la hora de cobrar impuestos por estos servicios. La urbanización de Costa Ballena se gestó a finales de la década de los 80 cuando el Gobierno regional localizó entonces tres zonas de excelencia turística en el mapa de Andalucía. Huelva, Almería y Rota, en Cádiz, cumplían con los requisitos básicos para poner en marcha un ambicioso plan de calidad turística. Mientras que Huelva no logró sacar adelante su proyecto, Rota y Almería, sí cumplieron con su objetivo. La Junta intervino en Rota a la hora de buscar un acuerdo con el único propietario de la finca. En 1997 es el gobierno municipal del PP el que aprueba el planeamiento de la urbanización con el visto bueno de la Junta. Sin embargo, el diseño del complejo no contó con las necesidades futuras de agua. El problema se agrava a partir de 2005, cuando la urbanización cuelga el cartel de completo y el agua no llega a las viviendas. Desde entonces, sus inquilinos viven un calvario. La red estará ampliada en octubre y todo apunta a que los problemas quedarán resueltos. Como siempre, la solución llega demasiado tarde y quien ha pagado el pato de la incompetencia son los vecinos.
EMILIO ARAGÓN GANA PUNTOS PARA LIDERAR LA LISTA DEL PSOE
Recogen firmas en el PSOE para que Emilio Aragón sea el candidato a la Alcaldía de Cádiz. Los socialistas han encontrado a un candidato para competir con Teófila Martínez en 2011 que no estaba en la terna. Sin embargo, la vida da muchas vueltas y se les ha presentado el santo de cara. Ahora toca convencerlo. Emilio Aragón, ex presidente de la Obra Social de Cajasol, reúne todas las cualidades y virtudes para liderar el cambio político que plantea el PSOE en Cádiz. Aragón es de esas personas que enfila la calle Ancha por San Antonio y tarda dos horas en llegar hasta el Palillero. Va a paso horquilla, saludando a unos y a otros con la paradita obligada en El Liba. Emilio Aragón es viñero y su labor en la Obra Social de la Caja le ha permitido conectar con todos los sectores de la ciudad. Más que gaditano es un gadita profundo que tiene un discurso capaz de transmitir seguridad y confianza. En las distancias cortas es un gran conversador y un enamorado de las tradiciones de Cádiz. Emilio es miembro de la Agrupación Socialista de Cádiz y su acelerada prejubilación lo coloca ahora en el primer puesto de la pole para la candidatura del PSOE a la Alcaldía de la ciudad. Su perfil es menos agresivo que el de Federico Pérez Peralta, cuya popularidad ha subido enteros en lo que va de año. Es un cultureta que cae bien a los culturetas, y no tiene ese discurso tan político que caracteriza a su amigo, el consejero de Gobernación, Luis Pizarro. Sin embargo, la apuesta por Emilio Aragón tiene un pero. La candidatura de Teófila Martínez parte con ventaja y ahora mismo nadie se atreve a pronosticar un resultado electoral. ¿Estaría dispuesto a encabezar Emilio Aragón una lista que tiene posibilidades de perder? ¿Estaría dispuesto Emilio Aragón a ser ese candidato de transición? ¿Estaría dispuesto Emilio Aragón a estar sentado cuatro años en el banquillo de la oposición en caso de derrota? La dirección del partido tiene ahora un serio papel: convencer para presentar a un candidato con tirón antes de final de año. Puede ser la gran sorpresa. Hay militantes socialistas que quieren recoger firmas para que Emilio Aragón sea el candidato de consenso. En su currículum no faltan detalles de gaditanismo: chirigotero, cadista y jartible de las cofradías. Suerte.
JENARO, UNA PRECIOSA HISTORIA DE CARNAVAL
La resurrección del empresario gaditano Jenaro Jiménez dará que hablar el próximo Carnaval. La vida de Jenaro Jiménez es la historia de un engaño, de una mentira. Jenaro es ese encantador de serpientes capaz de vender hielo en el polo y calentadores en el desierto. Es el pícaro que todos quieren pero que ninguno se atreve a decirle a la cara que es un fresco. Prefieren reírle las gracias. Seguro que en El Falla este febrero habrá comparsas y chirigotas que aludan a sus tropelías.