Integristas islámicos matan a tiros a siete prostitutas en el Cáucaso Norte
Las jóvenes empleadas en un club de alterne de Daguestán fueron asesinadas por 15 hombres por violar la moral musulmana
| CORRESPONSAL. MOSCÚ Actualizado: GuardarCada vez con más frecuencia, las víctimas de las emboscadas y atentados de los integristas islámicos en el Cáucaso Norte ruso empiezan a ser, además de policías, soldados y cargos públicos, también mujeres consideradas de vida alegre o que simplemente se niegan a acatar los preceptos de la moral musulmana. El último capítulo en esta sangrienta escalada de ajusticiamientos sumarísimos tuvo lugar el jueves. Siete jóvenes empleadas de una sauna o club de alterne fueron acribilladas a tiros en la localidad de Buinaksk (Daguestán), situada a 40 kilómetros de Majachkalá, capital de la república.
Los autores del brutal homicidio, unos quince hombre armados, según el investigador de la Fiscalía General rusa, Vladímir Markin, se apoderaron a punta de pistola de un microbús. Su conductor fue atado e inmovilizado. El vehículo les sirvió para trasladase al lugar del crimen y para huir después. Primero, a eso de las 20.30, mataron a cuatro policías en un puesto de control en las afueras de Buinaksk y recogieron sus fusiles Kaláshnikov. A cien metros de allí se encontraba su segundo objetivo, el club Olimpo.
Penetraron en el establecimiento, reunieron a todas las chicas en una habitación y las ametrallaron. Todas murieron en el acto, salvo una que lo hizo en la mesa de operaciones del hospital. Otra logró escapar a la calle, pero fue abatida de inmediato. Una unidad de las fuerzas especiales de la Policía salió en persecución de los asesinos, pero sin resultados hasta el momento. Desde Moscú ha sido enviada una brigada de criminalistas para ayudar en las tareas de investigación.
Markin declaró ayer que se conoce la identidad de dos de los componentes de la banda, entre ellos el jefe, aunque no quiso facilitar sus nombres. Por su parte, el canal de televisión ruso NTV, aseguró que, según sus propias fuentes, el cabecilla se llama Nabí Miguítinov, autor de numerosos atentados y buscado desde hace tiempo por los órganos de seguridad rusos. El mismo día en Majachkalá dos policías eran heridos por francotiradores.
El pasado mes de noviembre otras siete jóvenes fueron masacradas en Grozni por ir ataviadas con ropa «provocativa». Según aseguró el propio presidente checheno, Ramzán Kadírov, «eran prostitutas». Tenían edades entre los 20 y los 30 años. No hubo la más mínima conmoción entre los habitantes de la república, ya que, según reconoció Kadírov, en Chechenia siempre existió la costumbre de acabar con ese tipo de mujeres.
Pañuelo y poligamia
El presidente checheno, a quien la organización defensora de los derechos humanos Memorial ve detrás de los últimos asesinatos de activistas y de la periodista Anna Politkóvskaya, impuso en 2006 el uso obligatorio del pañuelo a las féminas para cubrir su cabello, aunque es una norma que contradice las leyes rusas. Como también la poligamia, defendida por él repetidas veces.
En abril, Kadírov animó a los varones chechenos que se lo puedan permitir tomar una segunda esposa. Dijo que en eso se puede ignorar las leyes rusas sin ningún problema, lo que demuestra el grado de autonomía que en Moscú están dispuestos a tolerar. El déspota checheno ha restringido también la venta de bebidas alcohólicas.
Kadírov parece pretender con tales medidas contrarrestar la influencia wahabita en el Cáucaso Norte. En octubre del año pasado inauguró en Grozni la mezquita más grande de Europa con una capacidad para más de 10.000 fieles. Está suntuosamente decorada con mármoles y oro . En su techo luce una treintena de lámparas realizadas con cristal de Swarovski. Eso mientras miles de chechenos no han podido aún recuperar la casa que perdieron durante la guerra.