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Los comerciantes se blindan ante la oleada de atracos en la Zona Sur
| JEREZ Actualizado: GuardarEnriqueta Galera salta como si le hubieran pinchado cuando alguien le pregunta por los últimos atracos en la Zona Sur, como el que tuvo lugar el miércoles en una farmacia junto a la clínica de Asisa. Su actitud es lógica si se tiene en cuenta que hace sólo tres meses que abrió su bar en esta parte de la ciudad, en una perpendicular a la avenida Puertas del Sur, y ya ha recibido en tres ocasiones la visita de los ladrones.
En la puerta del Bar Felipe aún se ven las señales del último intento de robo que tuvo lugar el mismo día en el que dos encapuchados tapados con pasamontañas y casco entraron en la farmacia cercana, aunque en este caso trataron de introducirse en el establecimiento de madrugada forzando la reja y el aluminio.
«Fue el vecino de arriba el que escuchó ruidos y les gritó, y después llamó a la Policía», narra Galera señalando el rastro que han dejado en la puerta los polvos que usa la Policía para buscar las huellas dactilares. «Esta vez hemos tenido suerte, porque pese a los destrozos se fueron con las manos vacías, pero las otras dos ocasiones -una hace apenas unos 20 días- entraron y se llevaron todo lo que quisieron, sobre todo la recaudación de la tragaperras», se lamenta la propietaria del bar.
Enriqueta se queja de que ya no puede dormir tranquila ningún día, «porque salgo del bar a la 1.00 y a las 2.00 ya me está llamando la Policía», y denuncia que «no hay demasiada vigilancia, y los ladrones esperan a que se vaya el coche con los agentes para entrar aquí».
Los dueños de este bar también reparten críticas a su agencia de seguros, «con la que me tengo que pelear cada vez que me ocurre esto para que se den prisa en poner de nuevo las puertas y la reja rotas». Además, Enriqueta apunta que esta oleada de robos que también ha afectado a otros bares de la zona le ha hecho tomar la decisión de «pagar de mi bolsillo un vigilante que se queda a dormir aquí algunas noches y al que le doy 60 euros». Eso sin mencionar los alrededor de 1.300 euros que le ha costado colocar un blindaje a la tragaperras.
Al cruzar la calle está la gasolinera de Tamoil, donde uno de sus empleados explica que hasta ahora han tenido suerte y no les han robado, aunque también apunta que en los últimos meses muchos vecinos de la zona se quejan de un aumento de la inseguridad.
El joven empleado recuerda el atraco con tiroteo incluido del pasado fin de semana, cuando dos sujetos asaltaron la gasolinera 24 horas On the road ubicada en el kilómetro 629 de la antigua N-IV -en los alrededores de Área Sur-, y muestra su preocupación porque «los ladrones ahora vienen de día a estos establecimientos, porque creen que así se van a llevar un gran botín, pero nosotros nunca tenemos mucho dinero en la caja porque se lo lleva cada cierto tiempo el furgón blindado».
«No oponer resistencia»
Algo parecido le ocurre a la botica próxima a la clínica Asisa que fue asaltada el miércoles por la tarde, de día y en horario comercial, un atraco del que la Policía investiga si los delincuentes son los mismos que atracaron la gasolinera, y en el que «no se pudieron llevar mucho dinero en metálico, porque aquí no tenemos demasiado ya que nosotros manejamos recetas y no grandes cantidades de billetes», explica una de las propietarias.
La dueña recuerda que «ésta es la tercera vez que nos roban desde que tenemos el negocio», aunque también insiste en el que el barrio es bueno mientras algunos de los vecinos se acercan a preguntarles cómo ha sido todo.
Los ladrones dieron el golpe muy rápido, como grabaron las cámaras de vigilancia, y se saldó sin daños personales a excepción del susto en el cuerpo del dependiente, que también fue protagonista de los anteriores asaltos. Por eso, la consigna de su jefa es clara: «Yo le digo que no opongamos resistencia, y que les den lo que quieran para que se marchen».