
Las costas reciben la cuarta parte de cayucos que hace tres años
La cooperación policial y el mayor control fronterizo frenan las pateras
| COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarEl establecimiento de una cooperación policial estable con los países del norte y el golfo de África y la mejora del sistema de control de fronteras en Canarias y en la zona del Estrecho de Gibraltar han dado un vuelco en los tres últimos años al fenómeno de la inmigración ilegal. Los cayucos llegados a España en los siete primeros meses del año se redujeron en un 40% con respecto a igual período de 2008, y sólo representaron la cuarta parte de los que arribaban hace tres años, según informó el Ministerio del Interior.
Si en la primera mitad de 2006 llegaron a la península y Canarias 17.433 inmigrantes ilegales en todo tipo de embarcaciones, de enero a junio pasados la cifra se redujo a 4.457 extranjeros sin papeles. Los datos consolidan una clara tendencia a la baja iniciada en los dos años anteriores, cuando los africanos llegados en cayucos durante el primer semestre fueron 7.883 y 7.165, respectivamente. La reducción es especialmente llamativa en las costas de Canarias, que en el primer lustro del siglo se habían convertido en la gran puerta de entrada de la inmigración ilegal africana. En los primeros siete meses del año sólo 1.798 extranjeros han arribado al litoral del archipiélago, lo que supone un 64% menos que en igual período de 2008 (4.939) y un 87% por debajo del registro de hace tres años (13.770). El retroceso es tan claro que entre abril y mayo pasados no llegó a Canarias un solo cayuco, cosa que no pasaba en diez años.
El factor determinante de la mejora es la persecución del fenómeno y de las redes de tráfico de personas en los propios países de origen y tránsito de los inmigrantes. El Gobierno ha estrechado los lazos bilaterales y de seguridad con estados como Marruecos, Mauritania, Senegal, Nigeria, Cabo Verde, Mali, Gambia o Guinea Bissau y ha invertido más de una decena de millones euros en el golfo de África para dotar a sus policías de material de vigilancia de fronteras, dar formación a los agentes, crear equipos mixtos de investigación, y establecer un cauce estable de inteligencia policial para detectar y combatir redes de tráfico y embarques ilegales. Al tiempo, el Ejecutivo ha firmado acuerdos de repatriación con estos estados, que facilitan de forma notable la devolución de los extranjeros capturados ya en alta mar, lo que se convierte en otro factor disuasorio. Interior no facilitó ayer datos más actualizados, pero la cooperación policial sobre el terreno impidió en 2008 que 8.024 inmigrantes embarcaran en pateras, cayucos o buques negreros con destino a las costas canarias o andaluzas, casi el doble que en 2007, cuando ya se capturó a 5.613. La cifra de personas a las que las fuerzas de seguridad impidieron en África iniciar la travesía clandestina en 2008 no es tema menor si se compara con los 13.424 inmigrantes que ese año alcanzaron las costas españolas.