«La playa es la gran víctima»

El Ministerio de Medio Ambiente también ha entrado en esta polémica por la protección de la playa. En el año del famoso récord, fue quien levantó la voz y alertó de las consecuencias. Ahora, para algunas personas las medidas que toma el Ayuntamiento son insuficientes y creen que debería acabar con esta noche. Muchos gaditanos piensan más en la calidad medioambiental de la playa y en el disfrute diario que en el festejo de una sola noche. Para ellos, el precio de la diversión es demasiado alto y la culpa sólo la tiene la conciencia de cada persona, «que en vez de recoger su basura espera a que otros lo hagan por ella».

Cádiz se llena de personas de fuera y muchos consideran «que no cuidan la playa de la misma forma porque no la sienten como algo propio». En los últimos años la barbacoa ha pasado de ser un evento familiar a ser una cita multitudinaria, por lo que es mucho más difícil la limpieza. A pesar de los controles de alcoholemia que se van a llevar a cabo, muchos cogerán el coche con alguna copa de más y esto supone otra de las razones que alimentan al grupo de los enemigos de las barbacoas.

También creen que es una festividad que «no aporta nada a la ciudad», ya que no es ni cultural como el Carnaval, ni religioso como la Semana Santa. Únicamente «maltratan la naturaleza que rodea la ciudad al ensuciar tantos kilómetros de playa con brasas y desperdicios».