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El botellón se sigue fomentando en pequeños núcleos aislados de la ciudad. / LA VOZ
Jerez

El consumo de alcohol en la calle lidera el volumen de denuncias de la Policía Local

Los agentes interpusieron un total de 564 quejas durante el primer semestre del año

A. DOÑA
| JEREZActualizado:

Cuando entró en vigor la ley que regula el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública la amenaza de la multa a quien no la acatara se cernía como una losa sobre los jóvenes. Al principio, muchos se mostraron reacios a caer en la tentación y beber fuera de la zona autorizada, pero como suele ocurrir el tiempo acaba diluyendo el peligro y ha quedado demostrado que una sanción de 60 euros no supone un handicap suficiente para acabar con esta práctica.

Para muestra un botón, ya que durante los primeros seis meses del presente año la Policía Local interpuso la friolera de 564 multas por consumir este tipo de bebidas en espacios no habilitados para ello o, lo que es lo mismo, en cualquier lugar de la calle diferente del botellódromo. Desde la jefatura, sin embargo, achacan esta llamativa cifra no tanto al aumento del botellón alternativo, como al creciente celo de los profesionales municipales, que han redoblado sus fuerzas en la lucha por erradicar algo que sigue suponiendo un problema para muchas comunidades de vecinos.

Sea por una u otra razón, en todo el año 2008 se tramitaron 868 quejas en este sentido, por lo que si se sigue la lógica proporción todo apunta a que en 2009 se rebase la estadística. No obstante, estas fuentes policiales apuntan a que durante los meses de octubre, noviembre y diciembre la frecuencia de esta actividad suele disminuir con mucho debido a la climatología, por lo que habrá que esperar a que transcurra el otoño para realizar una evaluación más exhaustiva.

En cuanto a las zonas afectadas, las mismas fuentes destacan que el caso de Guadalcacín, donde la proliferación de botellones ilegales ha provocado un verdadero conflicto vecinal, supone una excepción a la regla, puesto que en el caso urbano tan sólo existen núcleos diseminados y aislados en los que se lleve a cabo.

Éste es el caso por ejemplo de la plaza de Las Viñas y el Parque Atlántico, así como otros más alejados como el Mamelón o el entorno de la Laguna de Torrox. Aunque las sanciones oscilan entre los 50 y los 300 euros por beber alcohol en plena calle, lo habitual es que los agentes interpongan la cantidad de 60 euros. Por ello, muchas de las comunidades afectadas exigen que se aplique la cifra máxima, con la esperanza de que se logre así disuadir a los fieles de esta práctica.

Perjudicados como los de Chapín (que a pesar de albergar el botellódromo también cuenta con zonas de consumo no autorizadas), argumentan que esta actividad siempre va de la mano de molestias ocasionadas por coches-discoteca, consumo de drogas y otro tipo de conductas por las que en el citado periodo la Policía interpuso un total de 619 denuncias, muchas de ellas impulsadas por los propios perjudicados.