Una felicidad incompleta
Actualizado:E l mensaje del presidente de la Reserva Federal norteamericana, Ben Bernanke, había proporcionado la suficiente dosis de optimismo, y los datos macroeconómicos publicados en Europa entusiasmaron. Alemania y Francia, contra todo pronóstico, crecieron en el segundo trimestre del año y posibilitaron que el PIB de la zona euro también fuera mejor de lo previsto.
En esta línea, el último informe emitido por el Banco Central Europeo afirmaba que los últimos indicadores conocidos permiten pensar que la recesión global ha tocado fondo y que el ritmo de contracción se está ralentizando claramente en los países de la zona euro.
Unas generosas subidas se habían asentado en todos los mercados del Viejo Continente. Pero con las importantes referencias europeas no se podía dar por terminada la sesión. Quedaban otras muy relevantes al otro lado del Atlántico. Y éstas no fueron tan buenas. La felicidad no pudo ser completa. Lástima.
Empleo y consumo son claves en EE.UU. Y ayer ambos suspendieron. Las solicitudes semanales de subsidios de desempleo crecieron más de lo previsto y las ventas minoristas cayeron un 0,1% en julio, cuando se esperaba un aumento del 0,8%.
Como consecuencia de ello, los mercados europeos aminoraron sus avances. Con todo, el Ibex fue capaz de superar los 11.000 puntos y marcar un nuevo máximo anual, con apenas tres de sus valores en números rojos.