TDT
Actualizado: GuardarLa televisión digital terrestre nos la están metiendo por los ojos, y por mi mare de mi arma que yo ya estoy harta. Unos pocos meses llevamos con el TDT en casa, y es verdad que la imagen que nos llega ha ganado ostensiblemente en nitidez (salvo cuando hace mal tiempo que, no sé por qué, se ve incluso peor que con la antena).
Ahora, eso sí, mucha calidad en la recepción de imágenes y todo ese rollo, mucho nuevo canal... y el mismo mojón de programación, multiplicado por cincuenta. Resulta que tenemos tropecientos canales, y ninguno de ellos merece un visionado de más de un minuto. Yo le pego unas palizas bárbaras al mando, tengo lo que se dice borradas las huellas digitales del dedo gordo, y nada de nada. Lo mismo de siempre, solo que en abundancia, qué horror.
Un par de canales de ¿música?, otro canal en el que, para mi espanto, vuelven a reponer las series del Milikito y la familia perfecta, otro que dan todo el rato las mismas noticias, otro que se mete todo el rato con Zapatero, otro de dibujitos animados, algo de deporte, repeticiones, paneles de concursos, un teletienda... y nada más. Ni una película decente, ni un debate interesante. Nada.
No sé si antes estábamos menos aburridos de todo, no sé si era más fácil ilusionarnos, no sé si cuanto más tenemos menos valor de damos a las cosas, o si lo que nos falta es paciencia para estar un rato sentados viendo lo mismo, pero de verdad que a veces, mirando la tele, tengo la sensación de que hacen los programas para que nadie se siente a verlos, para que pasemos por encima de ellos, haciendo zapping a la primera de cambio, como si estar insatisfecho y falto de interés por todo fuera lo más normal del mundo.